Buzo de la Guardia Civil asegura que las labores de búsqueda de Olivia han sido arduas y complejas por la profundidad
El buzo de la Guardia Civil y exjefe del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas Juan Ortega Machín ha asegurado este viernes que las labores de búsqueda de Olivia, cuyo cuerpo sin vida fue encontrado este jueves, ha sido un trabajo «arduo, complejo y bastante metículoso» a causa de la profundidad a la que se encontraba.
En una entrevista en la Cadena COPE, recogida por Europa Press, Machín ha señalado que los buzos han utilizado un sónar barrido que «lo que hace es levantar un campo según la trazada». «Donde culmina la Guardia Civil comienza la labor de búsqueda del barco con un punto más o menos certero», ha explicado.
Machín también ha apuntado a la utilización de un manetómetro en la búsqueda, ya que los ecos de los metales revelan «con más claridad» lo que «no deberían estar ahí». Así, el buzo ha puesto en valor el trabajo de los técnicos que han interpretado los resultados del sónar y ha trasladado que se trabaja «de día y de noche» en la localización de Anna.
En esta línea, el especialista en operaciones subacuáticas de la Guardia Civil ha trasladado la complejidad de sacar el brazo mecánico a «más de mil metros de profundidad» para intentar recoger los objetos que fueron encontrados en la zona.
Así, el buzo ha reconocido que el hallazgo de la botella y el edredón –teniendo en cuenta que aparecieron a mil metros de profundidad– indicaban que el padre de las pequeñas, Tomás Gimeno, había tirado esos objetos por la borda.
Fue al ver llegar el buque oceanográfico a la zona cuando Machín intuyó que sus «compañeros tenían la finalidad de buscar de forma acertada en la zona», aunque se tuvo que guardar «prudencia por respeto a la familia».
Con respecto a las labores de búsqueda de Anna, el buzo ha explicado que la preocupación no pasa por las corrientes porque a «esa profundidad está todo apelmazado» y ha señalado que «cualquier variación arriba» va a significar «metros abajo».
Por el momento, las diligencias están declaradas secretas y en este momento se desconoce el paradero del padre de las niñas y de su hija Anna, de un año.