Buruaga (PP) se queja del nuevo cierre del interior de la hostelería y Revilla le pide que «no envenene»
La presidenta del PP de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga, ha censurado que la comunidad autónoma vuelva a cerrar el interior de los locales de hostelería y el jefe del Ejecutivo regional, Miguel Ángel Revilla (PRC), le ha pedido que «no envenene».
Así ha respondido Revilla después de que en el Pleno del Parlamento Buruaga haya criticado que el presidente regional defienda, por un lado, que «hay que abrir España» y luego Cantabria vuelva a cerrar el interior de la hostelería.
El regionalista ha vuelto a defender que él, como presidente de Cantabria, se limita a «acatar» la normativa sanitaria «y lo que diga Sanidad», «que son los que saben», esté «de acuerdo o en desacuerdo». «Pero lo acato siempre», ha afirmado Revilla, que ha señalado que si Buruaga estuviera en su lugar y fuera la presidenta de la comunidad haría «lo mismo».
Este cruce de declaraciones entre ambos se ha producido tras el anuncio del consejero de Sanidad, Miguel Rodríguez, y el director general de Salud Pública, Richard Wallmann, de endurecer las restricciones después de que Cantabria alcanzara el nivel 3 de alerta por Covid, cuyas medidas se establecerán durante un periodo de 30 días revisable.
Así, Cantabria ha decidido reducir las reuniones entre personas a cuatro, cerrar el interior de los locales de hostelería, incluidos los restaurantes de los hoteles y los albergues, y mantener las terrazas abiertas al 75 por ciento de su aforo, con grupos de seis personas.