Buhari cesa al jefe de la Policía tras el ataque contra una cárcel y ante el aumento de la inseguridad
El presidente de Nigeria, Muhammadu Buhari, ha anunciado el cese del inspector general de la Policía, Mohammed Adamu, ante el repunte de la violencia en el país y después de un ataque contra una cárcel en el sur del país que se ha saldado con la fuga de cerca de 1.800 presos.
El asesor de prensa de la Presidencia, Bashir Ahmad, ha indicado a través de su cuenta en la red social Twitter que «Buhari ha nombrado a Usmal Alkali Baba como nuevo inspector general de la Policía, con efecto inmediato». Alkali Baba era hasta ahora el número dos de la Policía nigeriana.
La decisión ha sido anunciada en un momento en el que Adamu se encontraba de visita en la ciudad de Owerri, capital del estado de Imo, para inspeccionar la situación tras el ataque contra una cárcel de la ciudad. Buhari afirmó el lunes que el incidente fue obra de «terroristas» y pidió una «movilización total» de las fuerzas de seguridad para capturar a los responsables y a los fugados.
Según las informaciones recogidas por The Premium Times , se sospecha que los atacantes podrían ser miembros del Pueblo Indígena de Biafra (IPOB) o su brazo armado, la Red de Seguridad Oriental (ESN), que no se ha pronunciado por el momento.
Owerri fue la última de las tres capitales que tuvo Biafra desde que en 1967 declarara su independencia de Nigeria hasta el fin de la guerra civil desencadenada a raíz de la proclamación, que se prolongó por espacio de tres años y dejó más de un millón de muertos, la mayoría por hambre.
El IPOB, una organización fundada por Nnamdi Kanu en Reino Unido en 2014 y declarada en 2018 un grupo terrorista por Abuya, se ha erigido como la voz de los biafreños, entre otras cosas gracias a Radio Biafra que retransmite desde Londres para el sureste de Nigeria.
Aunque partidario de la no violencia, el IPOB ha organizado en los últimos tiempos manifestaciones multitudinarias, incluidas las que tuvieron lugar en el aniversario de la independencia en 2016, en las que, según Amnistía Internacional, murieron más de 60 partidarios del grupo.
El país africano ha sido además escenario de un repunte de los ataques yihadistas, principalmente en el noreste, y por parte de grupos armados que han incrementado sus asesinatos y secuestros, especialmente contra escuelas, donde cientos de alumnos han sido raptados para exigir secuestros durante los últimos meses.