Buch justifica símbolos separatistas en espacios públicos comparándolos con los lazos de la lucha contra el SIDA
El consejero de Interior de la Generalitat, Miquel Buch, ha justificado este martes la colocación de símbolos independentistas en los espacios públicos de Cataluña porque, a su juicio, se trata de una ejemplo de libertad de expresión y lo ha comparado con causas sociales como la lucha contra el SIDA.
«Ahora mismo son lazos amarillos pero a lo mejor algún día pueden ser símbolos a favor de ayudar a buscar medicina del SIDA, que son lazos rojos», ha agregado el titular de Interior de la Generalitat en una entrevista en la Cadena COPE, recogida por Europa Press. En este espacio ha defendido que se sitúen estos símbolos independendetistas en la vía pública porque considera que es «libertad de expresión».
Buch ha señalado que «no se puede caer en la tentación de pretender decir a alguien que en el espacio público no se puede expresar» porque, en su opinión, «tiene que imperar la libertad de expresión».
Para el consejero de Interior, «no es lo mismo poner que quitar» lazos amarillos habida cuenta de que, según ha dicho, «no es lo mismo sembrar unas flores que arrancarlas». «No es lo mismo sumar que restar», ha defendido.
No es la primera vez que los independentistas hacen una analogía de los símbolos independentistas con la lucha contra las enfermedades. El entrenador del Manchester City, Josep Guardiola, equiparó la semana pasada el lazo amarillo al lazo verde de la lucha contra el cáncer.
«UNA SOCIEDAD QUE INTEGRA LA CONVIVENCIA»
Por otra parte, el responsable de Interior en Cataluña ha evaluado la celebración de la Diada que se lleva a cabo durante el día de hoy celebrando, a su juicio, el dispositivo que están realizando los Mossos d Esquadra para que se conmemore esta jornada con «normalidad».
«Se está realizando un dispositivo que se hace en función de como se ha celebrado durante estos años, y se va a resolver con absoluta normalidad y solucionando los problemas que nos podemos encontrar cuando se sitúa tanta gente en una ciudad», ha subrayado Buch.