Bruselas avisa de que el Mediterráneo no se puede permitir ser el mar más sobreexplotado del mundo
ALMERÍA, 9
La directora general de Asuntos Marítimos y Pesqueros de la Comisión Europea, Charlina Vitcheva, ha avisado este jueves de que el Mediterráneo no puede permitirse ser el mar más sobre explotado por la pesca del mundo, por lo que ha invitado a detener ese discurso con un trabajo conjunto entre las administraciones públicas y el sector pesquero.
Así lo ha trasladado tras participar en un encuentro en Almería, en el que ha estado acompañada por la secretaria general de Pesca del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, Alicia Villauriz, para analizar «in situ» el estado de la aplicación del reglamento para la pesca demersal en el Mediterráneo con representantes del sector pesquero.
Vitcheva ha valorado la primera toma de contacto con el sector para la evaluación del reglamento, si bien ha insistido en que durante la planificación de este instrumento se han tenido en cuenta opiniones de científicos, administraciones y representantes de organizaciones marítimo-pesqueras. «El plan ya está establecido, pero hay que analizarlo», ha señalado antes de congratularse por sus primeros resultados.
En este sentido, y a pesar de que desde entidades como la Confederación Española de Pesca (Cepesca), y la Federación Nacional de Cofradías de Pescadores (FNCP) se ha incidido en que su aplicación ha llegado a suponer una reducción de en torno al 29 por ciento de los días de pesca, la directora de la CE tiene que seguir adelante para abundar en la recuperación de los fondos marinos.
La delegación de la Comisión Europea ha informado así del impacto que las medidas aplicadas en el plano socioeconómico y de viabilidad del mismo, no sólo en el arrastre, sino también en el resto de flota que depende de la infraestructura creada en todo el Mediterráneo.
Desde el Gobierno, Villauriz ha valorado el «esfuerzo de coordinación y puesta en práctica» de las medidas del reglamento entre los sectores científicos, pesqueros y las administraciones públicas para mejorar los stocks del Mediterráneo, si bien ha incidido en que los organismos comunitarios deberán valorar los estudios presentados por España de cara a su consideración para el próximo plan.
«Queremos que la aplicación de las medidas se haga de manera proporcionada y equilibrada y que la reducción de días de captura sea lo menos lesiva posible para el sector», ha dicho la secretaria general de Pesca.
En esta línea, desde la representación de la flota pesquera del Mediterráneo han valorado la visita de Vitcheva, por lo que confía en que sirva para que en Europa «se tome conciencia sobre la función del arte de arrastre como eje vertebrador económico y social en el Mediterráneo en torno al cual gira toda la actividad pesquera en este mar, tanto de cerco como de artes menores, así como la cadena de suministro y comercialización de sus productos, pilar de la apreciada dieta mediterránea y se reconozcan todos los esfuerzos ya realizados por el sector pesquero español».
Durante el encuentro, que ha tenido lugar en la sede de la Subdelegación de Gobierno, el sector le ha manifestado su oposición a la reducción adicional de los días de pesca de las flotas hasta que no se analicen los resultados de los estudios científicos que miden el impacto que sobre los stocks han tenido las medidas ya puestas en marcha desde 2020.
La valoración por parte de los organismos científicos, incluido el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y el Instituto Español de Oceanografía (IEO), «no estará disponible hasta 2022 y así lo reconoce la propia CE que, sin embargo, propone seguir reduciendo los días de pesca a pesar de no contar con una evaluación del resultado de las medidas ya adoptadas», han abundado.
Igualmente, los pescadores han renovado ante Vitcheva su afán de colaborar en la sostenibilidad de la actividad pesquera en el Mediterráneo y han reclamado que su experiencia y oficio tengan más peso en la toma de decisiones. A este respecto, han expuesto durante la reunión los cerca de 20 proyectos puestos en marcha por el sector como muestra de su «compromiso con la pesca sostenible en el Mediterráneo».
El plan de gestión de demersales de la UE ha supuesto, según el sector, la aplicación de una serie de medidas que están «comprometiendo la actividad pesquera en la zona de embarcaciones de arrastre y llevando a los pescadores y sus familias al límite»; una opinión que ha sido destacada también por la Federación Andaluza de Asociaciones Pesqueras (FAAPE) y la Federación Andaluza de Cofradías de Pescadores (Facope), y la Asociación Andaluza de Mujeres del Sector Pesquero (AndMuPes).
El sector pesquero, que ha agradecido a Vitcheva su interés en conocer de primera mano la realidad de la pesca en el Mediterráneo español, ha instado a la directora general a colaborar y trabajar juntos en el objetivo de una pesca sostenible, única fórmula, esgrimen los pescadores, para evitar la amenaza de que un plan de gestión de demersales meramente burocrático puede tener sobre la actividad de 600 buques españoles y más de 17.000 puestos de trabajo, entre empleos directos e indirectos.
La flota llevó a cabo una parada generalizada el pasado junio y solicitó la actuación del Gobierno y la CE para evitar la extinción de la actividad pesquera y, específicamente, de un arte tradicional del litoral mediterráneo y tan sostenible como otros como es el arrastre.
Además, la modalidad del arrastre no solo es la única que permite la captura de determinadas especies como, por ejemplo, la famosa gamba roja, el carabinero o la cigala; sino que también es esencial para asegurar toda la cadena de suministro y comercialización y todas las actividades de los puertos pesqueros del Mediterráneo.
En virtud del Plan y en el marco, además, del complejo escenario generado por la covid-19, se han creado zonas de cierre espacio-temporales para evitar la captura de juveniles y se ha reducido de forma notable el esfuerzo pesquero. En concreto, la aplicación del Reglamento para la pesca demersal en el Mediterráneo «en los dos primeros años ya ha supuesto una reducción de en torno al 29 por ciento de los días de pesca».