Bruselas abre una investigación sobre la compra de Alstom por parte de Siemens
BRUSELAS, 13
La Comisión Europea ha abierto una investigación en profundidad sobre la compra de Alstom por parte de Siemens ante la sospecha de que la operación podría reducir la competencia en el suministro de varios tipos de trenes y sistemas de señalización, según ha informado en un comunicado.
En particular, Bruselas cree que la transacción podría conducir a un incremento de los precios, a menor libertad de elección e innovación como consecuencia de una «reducida presión competitiva» en las licitaciones de materiales rodantes y soluciones de señalización.
«Esto iría en detrimento de los operadores de trenes, los gestores de infraestructuras y en última instancia los pasajeros europeos que utilizan tren y metro a diario», ha explicado la Comisión Europea en un comunicado.
En el caso de los materiales rodantes, en análisis preliminar de Bruselas señala que la transacción eliminaría a un «competidor muy fuerte» y reduciría el número de proveedores. La entidad resultante, además, sería el líder «indiscutible» en trenes de alta velocidad tanto en la UE como en el resto del mundo (excluidos China, Japón y Corea del Sur, donde existen barreras a las importaciones de los proveedores extranjeros).
La firma también asumiría el papel de líder de mercado en la red principal –incluidos los trenes regionales– y en el mercado de materiales rodantes de metro en el Espacio Económico Europeo (EEE).
Con respecto a las soluciones de señalización, la Comisión Europea cree que es «improbable» que la compañía se enfrente a una presión competitiva «significativa» porque también sería un líder «indiscutible», con una cuota de mercado tres veces superior a la de su rival más cercano.
A nivel general, el Ejecutivo comunitario sospecha que la entrada de nuevos competidores en el EEE en los mercados de materiales rodantes y de soluciones de señalización «parece improbable en el futuro cercano», también en el caso de proveedores potenciales procedentes de China.
La operación fue notificada el pasado 8 de junio a las autoridades europeas de Competencia, que ahora disponen de un plazo de 90 días laborables, hasta el 21 de noviembre, para tomar una decisión. En cualquier caso, Bruselas ha subrayado que la apertura de la investigación no prejuzga el resultado de la misma.