Breve guía para antes de comprar una parrilla: Parrillas.pro
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No hay nada mejor cuando llega el buen tiempo que poder disfrutar de comidas con amigos y familia al aire libre. En estas situaciones, las mejores aliadas son las parrillas, capaces de darle ese sabor tan característico a la comida. Aquí una breve guía sobre factores a tener en cuenta antes de comprar una nueva parrilla
Antes de hacer un repaso de los diferentes materiales y acabados de las parrillas, es necesario enumerar los diferentes tipos de parrillas que existen. Las parrillas pueden tratarse tanto de instrumentos individuales que se colocan sobre un fuego (ya sea de carbón o de leña) o de sistemas de cocina muy completos son ruedas, tapa, fogones, etc.
Las parrillas más básicas son aquellas pensadas para colocar en una chimenea, hogar o, en definitiva, sobre una base pensada para hacer fuego. El fuego puede ser de carbón o de leña. Estas parrillas suelen constar de dos partes que se cierran donde los alimentos quedan bien sujetos impidiendo que se caigan al darles la vuelta. Además, tienen patas. También existe la versión más básica todavía, sin patas, que simplemente se trata de una base sobre la que se colocan los alimentos y se les da la vuelta con las pinzas. Suelen tener dos mangos para facilitar su extracción y su limpieza. El material de estas piezas es en la mayoría de los casos acero inoxidable.
Por otro lado se encuentran las parrillas fijas, que ya se parecen más a estructuras más complejas que, a diferencia de las anteriores, no son portátiles. En este tipo de sistema, se coloca el fuego o el carbón debajo, y arriba los alimentos. Lo ideal es encontrar una parrilla fija donde se pueda extraer la base.
Para aquellos que prefieren la comodidad, no tienen tiempo de encender un fuego, y quieren cocinar en la parrilla en su día a día, la mejor opción son las parrillas de gas. Funcionan con sistemas como el butano, y simplemente se debe encender y regular la temperatura. Son más caras que el resto, pero muy cómodas.
Otra alternativa genial y económica son las parrillas eléctricas. Solo se necesita enchufarlas a la corriente y ya se puede disfrutar del auténtico sabor de la carne a la parrilla. Por supuesto, no hay que perder tiempo en encender el fuego y esperar a que se hagan las brasas, pues solo hay que esperar a que se caliente la parrilla en menos de 10 minutos. No son tan grandes como el resto de parrillas, perfectas para el día a día en familia.
Si lo que se busca es un sistema para carne a la parrilla al aire libre con amigos o en familia la opción perfecta son las barbacoas, fijas o portátiles. Existen en diferentes tamaños, por lo que no hay que preocuparse si la terraza o jardín es reducido. Se reconocen por tener forma circular y estar lacadas. Perfectas para el carbón. Una versión mejorada de las barbacoas son las parrillas portátiles: estructuras alargadas que también pueden variar de tamaño, y que admiten tanto carbón como leña. Constan de un hueco donde colocar las brasas, y sobre ellas una parrilla donde colocar los alimentos.
En cuanto a los materiales, se pueden encontrar 3 tipos de parrillas, en las que variará el peso, la resistencia y el sistema antiadherente. Así, existen las parrillas de aluminio, muy ligeras y perfectas para el día a día; las parrillas de hierro fundido, para parrillas fijas en la mayoría de ocasiones; y las parrillas de acero inoxidable: antiadherentes, fáciles de limpiar y las más recomendadas por los expertos.
Fuente Comunicae