Brasil no reconocerá los resultados electorales de Bolivia hasta que se realice una auditoría completa

El Ministerio de Asuntos Exteriores de Brasil ha anunciado este viernes que no reconocerá los resultados electorales de las presidenciales celebradas en Bolivia hasta que se lleve a cabo una auditoría completa de los mismos.

«Teniendo en cuenta las tratativas en curso entre la OEA y el Gobierno de Bolivia para una auditoría completa de la primera vuelta de las elecciones en ese país, Brasil no reconocerá, por el momento, reporte alguno de los resultados finales», ha indicado el Ministerio a través de su cuenta en la red social Twitter, refiriéndose a la Organización de Estados Americanos (OEA).

Brasil, junto con Argentina, Colombia y Estados Unidos, expresaron este jueves su preocupación por la situación en Bolivia y recalcaron que el pueblo boliviano debe elegir a sus líderes en elecciones «libres y justas».

Los países destacaron que el derecho de los bolivianos a elegir a sus líderes está «consagrado» en la Carta Democrática Interamericana y en la Constitución del país. Así, instaron a la calma y el «respeto al Estado de Derecho». «El mundo observa las instituciones bolivianas y a sus líderes para asegurar que la voz y la voluntad del pueblo bolivianos sean honrados», añadieron.

Las protestas estallaron en Bolivia el pasado domingo por la repentina suspensión de la transmisión de los resultados electorales justo cuando la diferencia entre el presidente, Evo Morales, y su principal rival, Carlos Mesa, era de menos de diez puntos porcentuales, lo cual habría obligado a celebrar una segunda vuelta. Cuando se retomó, más de 20 horas después, la tendencia se había revertido.

Morales proclamó el jueves su victoria antes de que se conocieran los resultados definitivos, que se publicaron horas después y, con el 99,99 por ciento del escrutinio completado, conceden al actual mandatario un 47,07 por ciento de los votos frente al 36,51 por ciento de Mesa, por lo que no habrá segunda vuelta.

La oposición ha rechazado los resultados oficiales, porque cree que no se corresponden con el voto real, y se ha declarado en «movilización permanente» hasta conseguir un balotaje.