Brasil.- El presidente de la agencia indígena de Brasil abandona un acto en Madrid entre gritos de «miliciano»
La FUNAI rechaza la actitud «irresponsable, violenta y antidemocrática» y dice que se han abierto diligencias judiciales
MADRID, 21
El presidente de la Fundación Nacional del Indio (FUNAI) de Brasil, Marcelo Augusto Xavier da Silva, ha abandonado este jueves un acto celebrado en Madrid entre gritos de «miliciano» y acusaciones sobre su supuesta responsabilidad en los asesinatos en junio del indigenista brasileño Bruno Pereira y el periodista británico Dom Phillips.
Da Silva se encontraba en una conferencia con motivo de la XVI Asamblea General del Fondo para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas de América Latina y el Caribe (FILAC) que está teniendo lugar estos días en la capital española, cuando Ricardo Rao, un antiguo trabajador de la FUNAI, le ha increpado de manera airada.
«Este hombre no pertenece a este lugar. No es digno de estar entre ustedes. Es una vergüenza», ha exclamado Rao, mientras Da Silva se levantaba de su asiento y se veía obligado a dejar el lugar entre gritos de «asesino», «bandido» y «miliciano».
«Es responsable de la muerte de Bruno Pereira y Dom Phillips», ha continuado Rao, quien para rematar ha calificado al presidente de la FUNAI de «amigo de un gobierno golpista que amenaza la democracia en Brasil».
Tras este incidente, la FUNAI ha emitido una «nota de repudio» por los «lamentables» hechos acontecidos en Madrid, y en la que lamenta que estas actitudes «irresponsables, violentas y antidemocráticas» impidan la celebración de un diálogo «sano y productivo».
«La fundación entiende que las políticas públicas no se construyen sobre la base de ofensas y argumentos carentes de fundamento y evidencia. Tales actitudes no son compatibles con el Estado democrático de derecho», ha matizado la FUNAI, que ha adelantado que se han abierto diligencias con la Policía Judicial de España.
Finalmente, el organismo ha detallado que el «manifestante que profirió las agresiones verbales» fue empleado suyo hasta 2020, cuando se prescindió de sus servicios «por no haber cumplido con las condiciones de prueba».
Da Silva fue elegido en 2019 como nuevo presidente de la FUNAI, la agencia gubernamental que se encarga de las políticas indigenistas. Desde un primer momento su designación fue ampliamente criticada por grupos en defensa de los Derechos Humanos y de las comunidades originarias. En cambio sí fue aplaudida por la bancada ruralista que defiende al lobby del agronegocio en el Congreso de Brasil.
Hace un mes, Da Silva se enfrentó a una nueva huelga convocada por los propios funcionarios de la FUNAI, quienes han denunciado en varias ocasiones sentirse desprotegidos a la hora de desempeñar su trabajo, en especial en aquellas regiones más inaccesibles de la Amazonia brasileña, precisamente en una de las cuales fueron asesinados Pereira –antiguo trabajador de esta agencia– y Phillips.
En aquella huelga, los manifestantes pidieron su renuncia como primer paso para acabar con el desmantelamiento de la FUNAI provocada por su gestión, basada, denuncian, en favorecer a los garimpeiros (extractores de oro irregulares), así como al resto de aquellos que se encargan de saquear los recursos naturales.
Con motivo del paso de Da Silva por España, la ONG Survival International junto a varios grupos y colectivos por los derechos civiles y de los pueblos indígenas habían convocado una concentración frente a la sede del Ministerio de Asuntos Exteriores en Madrid.