Botsuana reimpone el confinamiento en la capital por el aumento de los casos de coronavirus
El Gobierno de Botsuana ha anunciado la reimposición del confinamiento durante dos semanas en la capital, Gaborone, cerca de mes y medio después de su fin y a causa de un nuevo incremento de los casos de coronavirus en la ciudad.
El Ejecutivo ha indicado en un comunicado que «Botsuana ha registrado 30 nuevos casos de COVID-19, la mayoría de ellos en el área del Gran Gaborone», y ha agregado que «este repunte sin precedentes apunta sin duda a que hay transmisión local del coronavirus».
Así, ha explicado que el trazado de los contactos «ha revelado que la naturaleza de la propagación es cada vez más compleja», lo que ha llevado a las autoridades a volver a imponer un confinamiento «durante un periodo mínimo de dos semanas».
El Gobierno ha explicado que «sólo los servicios esenciales operarán al 25 por ciento de su capacidad» y que «no habrá movimiento en el interior del Gran Gaborone sin un permiso de movimiento».
Por último, ha destacado que «será necesaria una mayor vigilancia y disciplina para garantizar que los esfuerzos de contención dan frutos y se normaliza la situación. «Se pide a la población que respete todos los protocolos por la COVID-19 para evitar nuevos casos», ha remachado.
El Ejecutivo, que impuso un «confinamiento extremo» que empezó a aliviar en mayo, volvió a declarar un confinamiento en Gaborone el 12 de junio ante varios casos sospechosos y como medida de precaución. Sin embargo, lo retiró tres días después, una vez confirmó que la mayoría de los nuevos casos sospechosos habían dado negativo.
Las autoridades del país africano han confirmado hasta la fecha 804 casos de coronavirus, con dos fallecidos, según datos facilitados por los Centros de África para el Control y la Prevención de Enfermedades (África CDC), dependientes de la Unión Africana (UA).
A pesar de las bajas cifras, la economía nacional del país, uno de los principales exportadores de diamantes del mundo, se ha visto gravemente afectada: su PIB se ha reducido un 13 por ciento este año y el déficit presupuestario podría acabar más que duplicado.