Bolivia.- EEUU confirma el arresto de Arturo Murillo, el número dos de Áñez, por sobornos y lavado de dinero
Arce expresa «indignación» y dice que por «día que pasa se conocen irregularidades y actos de corrupción» del Gobierno de Áñez
El Departamento de Justicia de Estados Unidos ha informado este miércoles de la detención del exministro de Gobierno de Bolivia Arturo Murillo, número dos de la expresidenta Jeanine Áñez, por su participación en una red de sobornos y lavado de dinero, que le puede suponer una pena de 20 años de prisión si es hallado culpable.
Junto a Murillo ha sido detenido el que fuera su jefe de gabinete, Sergio Rodrigo Méndez, de cuya detención ya se tuvo constancia el pasado fin de semana, y otros tres ciudadanos estadounidenses «por cargos penales relacionados con su supuesta participación en un esquema de soborno y lavado de dinero».
Los arrestos han tenido lugar entre el 21 y el 22 de mayo en los estados de Florida y Georgia, detalla el comunicado del Departamento de Justicia, que acusa a Murillo y a Méndez de recibir sobornos de una empresa de individuos estadounidense «para asegurar un contrato con el Gobierno boliviano y luego utilizar el sistema financiero estadounidense para lavar esos sobornos».
El Departamento de Justicia afirma que los estadounidenses pagaron 602.000 dólares (unos 170.000 euros) en sobornos «en beneficio de Murillo» para que la empresa de uno de ellos «obtuviera y mantuviera negocios con el Ministerio de Defensa de Bolivia», en especial un contrato de unos 5,6 millones de dólares (4,6 millones de euros), para proporcionarle gas lacrimógeno y otros equipos no letales.
La detención de Murillo se produce horas después de que el Gobierno del presidente, Luis Arce, anunciara que solicitaría su extradición, puesto que está siendo investigado en Bolivia precisamente por este caso, malversación de fondos en la compra de material antidisturbios.
Con la victoria de Luis Arce en las pasadas elecciones de octubre de 2020, muchos ministros de Áñez huyeron de Bolivia, entre ellos Murillo, que puso rumbo a Brasil con el anterior responsable de la cartera de Defensa, Luis Fernando López, sobre quien pesan las mismas acusaciones y se sospecha que continúa en el país sudamericano.
«INDIGNACIÓN» EN EL GOBIERNO DE BOLIVIA
«Hoy asistimos con indignación a la desvelación de cómo las autoridades golpistas mancillaron el sagrado uniforme con actos de corrupción en los años 2019 y 2020 y que van saliendo a la luz», ha señalado el presidente de Bolivia, Luis Arce, en un acto por el aniversario de la Escolta Presidencial, sobre la acusación estadounidense a Murillo.
El mandatario ha criticado que «por día que pasa se conocen irregularidades y actos de corrupción donde claramente se demuestra que en ese Gobierno simplemente primó la consigna personalista, antipatriótica y se olvidó de preservar los intereses del pueblo y la democracia», informa el medio local El Deber .
Asimismo, ha subrayado que por esto el Ejecutivo investiga y lleva «a esos malos bolivianos a la justicia, para que sean las instancias competentes que determinen el grado de participación y establezcan la responsabilidad de quienes tomaron el Gobierno por asalto».