Bolaños tiende la mano al PP para pactar la reforma de la carrera judicial y la ley que pasará la instrucción a Fiscalía
Moro (PP) denuncia que la reforma de la LECRIM es «ideológica» y recuerda que Juan Carlos Campos rechazaba hablar de «élite judicial»
El ministro de Justicia, Félix Bolaños, ha tendido este jueves la mano al PP para pactar la reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial (LOPJ), que modifica el sistema de acceso a la carrera judicial, y la de la Ley de Enjuiciamiento Criminal (LECrim), con la que se pasará a la Fiscalía la instrucción de las causas que ahora está en manos de los jueces.
Bolaños ha hecho este llamamiento al consenso durante su comparecencia ante la Comisión de Justicia del Congreso, donde ha avanzado que la intención de su departamento es que estas dos leyes lleguen al Congreso esta «en el primer cuatrimestre» de este año para arrancar su tramitación.
El ministro ha lanzado su oferta de consenso a la portavoz del PP, María Jesús Moro, ante la que ha defendido que la LECrim «no tiene ningún color político» y que todos los ministros del ramo han querido reformarla porque data de 1882. «Una nueva LECRIM sobrevivirá décadas y es lógico que la hagamos de la mano porque habrá gobiernos de todo tipo y condición. Yo espero que no lo haya, pero igual hay hasta gobiernos con la ultraderecha», ha deslizado el ministro.
Moro ha admitido que la LECrim puede no ser ideológica, pero ha denunciado que el anteproyecto que ha redactado el Gobierno sí lo es. Además, ha recordado que ella coincidió con el exministro socialista de Justicia Juan Carlos Campo «combatiendo» la idea de que «los jueces son una élite» y que hubiera que modificar el acceso a la carrera.
Antes de ofrecerse para buscar consensos, el ministro había rebatido las críticas del PP tachándolas «apocalípticas», igual que las de Vox, y recriminando a Moro su conexión con la ultraderecha. «No haga seguidismo de Vox, que dice muchas chorradas», le ha recomendado.
VIVE EN UNA «REALIDAD PARALELA»
La portavoz del PP le ha achacado «autocomplacencia» y le ha acusado de «vivir en una realidad paralela». En opinión de Moro, cuando Bolaños habla de «democratizar la Justicia» alude a «dictar las bases y criterios para que lleguen a ser jueces y fiscales» quienes decida el Gobierno que, a su vez, aspira a hacer una reforma integral de la Justicia pero «para integrarlo todo en unas manos» e impulsar una «Justicia a la carta».
El PP sostiene que Bolaños ha recibido el encargo de «liderar una estrategia para el asalto al incómodo Poder Judicial» y que lo está haciendo «con un patrón de cuatro fases». «Primero, advierte; después, disimula negando; luego, amenaza, y, finalmente, ejecuta», ha resumido Moro y todo, ha abundado, para conseguir «un Poder Judicial sumiso, de pensamiento único, y unos servidores gubernamentales, que no públicos, afines».
De «grotesca, exagerada y apocalíptica» ha tachado el ministro la «caricatura» de España que, a su juicio, ha hecho el portavoz de Vox, Javier Ortega Smith, quien le ha llamado «sepulturero de Montesquieu» por haber llevado a cabo una «perfecta hoja de ruta para la destrucción de los principios más elementales del Estado de Derecho, de la división de poderes y, por tanto, de la democracia».
CRÍTICAS DE VOX
En este contexto, ha denunciado que el Ejecutivo busca destruir la igualdad de los españoles, la independencia judicial, la seguridad jurídica, restringiendo, por ejemplo, la acusación popular, y haciendo desaparecer la presunción de inocencia.
Ante las críticas de Ortega Smith al acuerdo que el Gobierno alcanzó con el PP para renovar el Consejo General del Poder Judicial, Bolaños ha censurado la afirmación de que han promovido «magistraturas nombradas por los intereses políticos del PP y el PSOE». «No se lo admito, es una afirmación rotundamente falsa que sólo puede venir de usted», ha enfatizado.
