Bodegas Roda marca un hito en la optimización energética en sus instalaciones en Haro (La Rioja)
LOGROÑO, 28
Bodegas Roda, considerada una de las más clásicas entre las modernas, ha presentado las nuevas añadas de sus dos vinos icónicos, Roda 2017 y Roda I 2016, según ha informado en un comunicado.
En concreto, se tratan de dos tintos emblemáticos que comparten la filosofía de viticultura tradicional y sostenibilidad, pero difieren en su manera de representar la maduración del Tempranillo.
Ambos tienen otro punto de unión destacado: pertenecen a una de las bodegas más avanzadas de España en términos de sostenibilidad enológica. Bodegas Roda se fundó en 1987 y sus instalaciones se han ido adaptando a las necesidades del momento y al ritmo del desarrollo, creciendo estructuralmente en cuatro fases desarrolladas en 1991, 1996, 2000 y 2018.
Todas se han realizado acordes a los problemas de la época, teniendo la de 2018 -que acaba de concluir- un objetivo energético conforme al siglo XXI: optimizar la eficiencia energética y utilizar energías renovables.
Con este objetivo claro, Bodegas Roda persiguió la eficiencia energética construyendo una bodega subterránea para aprovechar la geotermia, empleando las diferentes temperaturas del aire para ventilarla. Las energías renovables provienen del sol, concretamente con la producción de agua caliente a alta temperatura (a 70ºC) a partir de tubos de vacío.
Este agua caliente abastece las necesidades de todo el circuito de elaboración y de calefacción de la bodega y, con el sobrante, mediante un sistema de absorción, se produce agua fría (a 7ºC) que permite refrigerar los depósitos, las salas de barricas y las estancias de la bodega.
Mediante el agua fría y el agua caliente, a través de un sistema de adsorción, la bodega es capaz de desecar el ambiente demasiado húmedo del calado del siglo XIX, donde descansan sus vinos antes de salir al mercado sin necesidad de emplear otros recursos.