Blinken aborda con el presidente electo de Panamá la cooperación para gestionar una «migración segura»
El secretario del Departamento de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, ha abordado este martes con el presidente electo de Panamá, José Raúl Mulino, la «importancia de trabajar juntos para gestionar la migración de forma segura y humana», uno de los principales desafíos de la región y cuyos movimientos masivos han provocado una carga humanitaria a través de la selva del Darién que el anterior gobierno no ha sabido abordar.
Asimismo, Blinken ha subrayado durante una llamada telefónica «el fuerte apoyo» de Washington a «los esfuerzos de Panamá para hacer frente a la corrupción y el crimen organizado», expresando su «compromiso» para «asegurar el éxito continuo del Canal de Panamá», así como la mejora de la resiliencia del mismo al cambio climático.
Ambos han afirmado que la cooperación bilateral es «esencial para asegurar el desarrollo económico y la prosperidad futura de la región», según reza un comunicado del portavoz del jefe de la diplomacia estadounidense, Matthew Miller.
En la víspera, felicitó a Mulino por su victoria en unas elecciones en las que se hizo con más del 34 por ciento de los votos, casi diez puntos porcentuales más que el segundo aspirante, mientras que también aprovechó para congratular al pueblo panameño «que ejerció su libre voluntad y su voz» y a los observadores electorales de la Organización de Estados Americanos (OEA).
Entonces, Blinken destacó que la relación bilateral «ha florecido durante más de 100 años, respaldada por fuertes vínculos económicos, educativos y familiares», y que «de cara al futuro» seguirá trabajando en «objetivos comunes de crecimiento económico inclusivo y sostenible, reforzando la seguridad ciudadana y frenando la migración irregular».
Durante esta misma jornada, el presidente saliente panameño, Laurentino Cortizo, ha recibido a Mulino en el Palacio Presidencial, donde han «abordado temas de interés para la nación» en un encuentro que «demuestra que el proceso democrático funciona» en el país.
Mulino, de 64 años, ha sido el hombre elegido por el expresidente Ricardo Martinelli, inhabilitado por una condena de más de diez años de prisión por lavado de dinero, por lo que se encuentra en la Embajada de Nicaragua a la espera de un salvoconducto para salir del país. Durante estos meses, ha hecho suyos tanto el discurso conservador del exdirigente como sus propuestas de liberalizar la economía, favorecer el sector privado e incluso «cerrar» el Tapón del Darién para atajar la crisis migratoria.