Birmania.- La ONU denuncia al menos 18 muertos y más de 30 heridos en las protestas de este domingo en Birmania

Avisa de detenciones arbitrarias, desapariciones forzadas y uso de fuerza letal por parte de la Policía contra los manifestantes

La Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos ha denunciado que al menos 18 personas han muerto, más de 30 han resultado heridas y 85 han sido detenidas durante la represión de la Policía de Birmania a protestas convocadas para este domingo en seis ciudades del país, durante el día más sangriento desde el comienzo de las manifestaciones contra el golpe de Estado de principios de mes.

En un comunicado, la agencia de la ONU asegura que cuenta con «información creíble» de que las fuerzas de seguridad birmanas han usado munición real contra los manifestantes en Rangún, Dawei, Mandalay, Myeik, Bago y Pokokku, además de gases lacrimógenos y granadas de conmoción.

«Condenamos enérgicamente la escalada de violencia y pedimos al Ejército de Birmania que suspenda inmediatamente el uso de la fuerza contra los manifestantes pacíficos», ha declarado la portavoz Ravina Shamdasani en un comunicado.

Asimismo, la portavoz denuncia que desde el comienzo del golpe de Estado del 1 de febrero, «la Policía y las fuerzas de seguridad han atacado a un número cada vez mayor de voces de oposición y manifestantes, y arrestado a funcionarios políticos, activistas, miembros de la sociedad civil, periodistas y profesionales médicos».

Según las informaciones que baraja la agencia de la ONU, solo este domingo la Policía ha detenido al menos a 85 profesionales médicos y estudiantes, así como a siete periodistas que estaban presentes en las manifestaciones.

En total, Naciones Unidas estima que más de 1.000 personas han sido arrestadas y detenidas arbitrariamente en el último mes, algunas de las cuales siguen desaparecidas, en su mayoría sin ninguna forma protección legal «simplemente por ejercer sus derechos humanos a la libertad de opinión, expresión y reunión pacíficas».

De confirmarse estas víctimas mortales, se sumarían a las ocho de las que ha informado hasta hoy por la Asociación de Asistencia a los Presos Políticos (AAPP), en balances difíciles de contrastar por la ausencia de medios en las zonas de las protestas y el apagón informativo reinante en Birmania tras el golpe de principios de mes que supuso la detención de la líder de facto Aung San Suu Kyi.

Los militares acusan tanto a la activista como a su partido, la Liga Nacional para la Democracia, de amañar las elecciones de noviembre del año pasado, cargos que la formación ha rechazado categóricamente.

MOVILIZACIONES

Pese a la represión y las muertes, decenas de miles de personas han salido de nuevo a las calles este domingo para protestar contra el régimen militar, con protagonismo una vez más para monjes budistas y estudiantes. La televisión pública MRTV ha informado de 479 manifestantes detenidos en todo el país durante la jornada del sábado, mientras que la Asociación de Asistencia a los Presos Políticos (AAPP) ha contabilizado 854 arrestos.

En Mandalay se han confirmado dos manifestantes muertos y once más heridos por los disparos de militares y policías, según informa una fuente de la clínica Byamaso citada por Bloomberg. «La Policía disparaba no solo a los manifestantes, sino también a la gente que solo pasaba por la calle. He visto a un policía disparar a la cabeza de un hombre en moto desde un camión», ha relatado un testigo a Frontier Myanmar.

Los fallecidos de Rangún son dos jóvenes y un maestro y hay imágenes en redes sociales de multitudinarias protestas, manifestantes ataviados con material de protección improvisado como cascos y escudos de madera y barricadas erigidas con contenedores de basura y estacas.

Además, han sido detenidos al menos cinco periodistas en Rangún y varios más en Monywa y Hakha cuando cubrían las protestas contra el régimen militar, según ha informado la Red de Periodistas de Birmania. Uno de ellos sería un fotoperiodista de la agencia de noticias The Associated Press, según la AAPP.

De Dawei, en el sur del país, se sabe que hay cuatro fallecidos por herida de bala y 40 heridos por el impacto de las balas de goma, según la agencia de noticias Bloomberg, que cita a la televisión Myawady, afín al régimen militar.

Según las mismas fuentes, las fuerzas de seguridad emplearon munición real para dispersar a la multitud. Asimismo, también indican que hay varios heridos en protestas ocurridas en Lashio y Taunggyi, en el norte. Igualmente ha habido manifestaciones en Myitkyina, Bago y Hpa-an.

CONDENAS INTERNACIONALES

«La evidente escalada del uso de la fuerza letal por parte de las fuerzas de seguridad de Birmania en varias localidades y ciudades de todo el país en respuesta a las manifestaciones mayoritariamente pacíficas es indignante e inaceptable y debe cesar de inmediato», ha afirmado por su parte el subdirector para Asia de Human Rights Watch, Phil Robertson.

«La munición real no debería utilizarse para controlar ni dispersar manifestaciones y la fuerza letal solo se puede utilizar para proteger la vida o evitar heridas graves», ha remachado.

Mientras, el secretario general de la ONU, António Guterres, ha «condenado contundentemente» la «represión violenta». En particular, ha manifestado su malestar por «el aumento de las muertes y heridas graves». «El uso de fuerza letal contra manifestantes pacíficos y las detenciones arbitrarias son inaceptables», ha subrayado.

Por todo ello, ha emplazado a la comunidad internacional a «unirse» y mandar un mensaje claro al Ejército birmano para «que respete la voluntad del pueblo de Birmania conforme se expresó en las elecciones y detenga la represión».

También el Alto Representante de la Política Exterior y de Seguridad Común de la UE, Josep Borrell, ha condenado la «brutal represión» del Ejército sobre los «manifestantes pacíficos» que ha deparado estas muertes.

«Al disparar a ciudadanos desarmados, las fuerzas de seguridad han demostrado una falta de respeto flagrante por el Derecho Internacional y deben rendir cuentas», ha apuntado Borrell en un comunicado oficial. «La violencia no da legitimidad al derrocamiento ilegal de un gobierno elegido democráticamente. Las autoridades militares deben cesar de inmediato en el uso de la fuerza contra civiles y permitir que se expresen conforme a su libertad de expresión y reunión», ha señalado.

Borrell ha recordado que la UE «apoya con determinación al valiente pueblo de Birmania que está defendiendo su democracia» y ha advertido de que Bruselas «tomará pronto medidas en respuesta a estos acontecimientos».

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