Bildu achaca las muertes de trabajadores en las obras de la Alta Velocidad en País Vasco a las «condiciones inhumanas»
Saura señala que los índices de siniestrabilidad en Adif están por debajo de los del sector de la construcción
MADRID, 7
El senador de EH Bildu, Jon Iñarritu, ha achacado las muertes de trabajadores en las obras de la Alta Velocidad en País Vasco con las condiciones inhumanas en las que realizan su labor los operarios, y culpa al sistema de cadenas de subcontratación que hace que deban trabajar bajo medidas de seguridad que dejan mucho que desear.
Durante la Comisión de Fomento que se celebra en el Senado, el senador vasco le ha preguntado al secretario de Estado de Infraestructuras, Transporte y Vivienda, Pedro Saura, por el número de trabajadores fallecidos en dichas obras y por las causas de las mismas. Saura ha enumerado cada una de las cinco muertes acaecidas desde el comienzo de las obras gestionadas por la empresa pública Adif, y ha recordado además que se han dado otras cuatro muertes en tramos gestionados por el Gobierno vasco.
Además, Saura ha asegurado que Adif trabaja en la prevención de riesgos laborales y que cumple rigurosamente con la ley, a lo que Iñarritu le ha respondido que el alto número de accidentes en este tramo se debe «a la precariedad laboral, a las condiciones, a la subcontratación y a la cadena de subcontratación».
«La mayoría de los fallecidos son trabajadores de subcontratas, que realizan su trabajo a ritmos inhumanos, en condiciones inhumanas y con medidas de seguridad que dejan mucho que desear», ha apuntado Iñarritu, para acto seguido exigir que se tomen las medidas oportunas para que no vuelva a ocurrir.
Saura le ha replicado que si bien la cuestión laboral no compete a Fomento, desde Adif señalan que los índices de siniestrabilidad que se producen en las obras están por debajo de los índices del sector de la construcción. Además ha recordado que los datos sobre el número de accidentes son decrecientes en los últimos años, y se ha pasado según datos de Adif de 82 accidentes por cada 1.000 trabajadores en 2007, a 34 por cada 1.000 en 2017.