BBVA tendría que vender parte o todas sus acciones de Sabadell si la CNMC rechaza la operación tras la OPA
BBVA ha reconocido que tendría que vender parte o toda su participación en Sabadell si la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC) decide no autorizar la fusión y este dictamen se conoce tras finalizar el periodo de aceptación de la OPA, según se recoge en la segunda actualización del folleto de la OPA remitida a la Comisión de Bolsa y Valores de EEUU (SEC, por sus siglas en inglés).
Ya a finales de julio, cuando el banco publicó por primera vez el folleto de la operación en Estados Unidos –documento que ha sido actualizado en septiembre y que sigue en revisión, por lo que su contenido todavía no es definitivo– BBVA reconoció el riesgo de tener que parar la OPA en caso de recibir un no por parte de la CNMC antes de que finalizase el periodo de aceptación la oferta.
Ahora, ha ido un paso más allá y ha detallado qué pasaría en caso de que se cerrase el periodo de aceptación de la OPA sin tener la autorización de la CNMC. Por un lado, explica que en esta situación no podrá ejercer los derechos políticos asociados a las acciones de Sabadell, aunque sean de su propiedad, hasta conocer la postura de Competencia.
Igualmente, también recoge varios supuestos en caso de recibir la autorización tras finalizar el periodo de aceptación. Así, en caso de que la CNMC prohíba la fusión, BBVA deberá vender toda o parte de su participación en Sabadell en los términos que estipule la propia autoridad de competencia. Además, sería el propio organismo el que dictase el porcentaje de acciones sobre el que BBVA no podría ejercer sus derechos o tuviese que vender.
La otra posibilidad es que la CNMC apruebe la concentración de los dos bancos, pero sujeto al cumplimiento de condiciones, ante lo que BBVA estaría obligado a cumplirlas o a vender una parte o toda la participación en el banco.
PLAZOS
El calendario de BBVA estima que el proceso para poder lanzar la OPA sobre Sabadell tardará entre unos seis u ocho meses desde el anuncio de la operación en mayo, incluyendo el tiempo previsto para recabar todas las autorizaciones necesarias. De hecho, para la CNMC, el banco estima unos cinco o seis meses, es decir, hasta principios de noviembre. En el folleto remitido a la SEC, la entidad sigue manteniendo su previsión de que la fusión se cerrará a finales del primer semestre de 2025.
Sin embargo, recientemente, el ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, apuntó a que el calendario de la OPA podría extenderse «varios meses más, hasta bien entrado el primer trimestre de 2025» si el análisis de la CNMC pasa a fase 2. Actualmente, se encuentra en fase 1.
De hecho, Cuerpo aprovechó para reiterar su oposición a la operación planteada por BBVA, ya que no observa ningún elemento nuevo que le haga cambiar de opinión. Insistió en la «gran preocupación» que tiene por el impacto que la operación puede tener sobre la competencia y sobre la situación para los consumidores.
Ante esta situación, el presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Rodrigo Buenaventura, indicó la semana pasada ante la Comisión de Economía del Congreso de los Diputados que su organismo monitorizará cuál es el momento «óptimo» para aprobar el folleto, teniendo en cuenta la celeridad que tiene que haber en el análisis del documento y la protección del derecho de los inversores a acudir a una oferta con la mayor cantidad de información posible.
«Tenemos un problema de tiempos frente a la completitud de la información. Tenemos que evaluar cuáles son esos dos objetivos, cuál pesa más en cada momento y monitorizar el proceso para decidir cuando se debería producir la aprobación, una vez el proyecto [o folleto] esté completo», afirmó Buenaventura, quien también informó de que el documento seguía en revisión.