Batet se despide de la presidencia del Congreso pidiendo «disposición al acuerdo » y «grandeza» a los nuevos diputados
La todavía presidenta del Congreso, la socialista Meritxell Batet, se ha despedido del cargo este jueves pidiendo a los diputados «predisposición al diálogo» y «grandeza» en la etapa que se abre con la constitución de la Cámara renovada en las elecciones generales del 23 de julio.
Como presidenta de la Diputación Permanente del Congreso, Batet ha dirigido la breve reunión en la que se ha aprobado por asentimiento el informe de dación de cuentas del órgano parlamentario que se ha mantenido activo desde la disolución de las Cortes.
Y no ha querido levantar la sesión de la Diputación Permanente sin decir unas palabras de despedida a los diputados presentes, bastantes de ellos realizando su última actividad parlamentaria porque se despiden de la Cámara.
«Quiero reconocer a todos ustedes su labor y dedicación, a veces en circunstancias especialmente difíciles, y quiero referirme de modo especial a los diputados y diputadas que no continuarán en la próxima legislatura. Les deseo lo mejor en su futura vida profesional», ha comentado.
Y a los que repiten en el Congreso les ha pedido «capacidad de trabajo, predisposición al acuerdo y grandeza». «Sobre todo, grandeza –ha incidido–. De nosotros depende la calidad de la política en nuestro país, en España».
PROMETE «OLVIDAR PRONTO» LOS MALOS MOMENTOS
Batet, que hace una semana confirmó que no iba a optar a la reelección como presidenta del Congreso, ha señalado que esta XIV Legislatura que ahora termina ha tenido como característica principal el hecho de haber tenido que ejercer sus funciones durante una pandemia.
Según ha dicho, este último día de legislatura «no es momento de reproches, pero sí de reflexión», y ha prometido olvidar pronto» los malos momentos que ha tenido, «que de todo ha habido». Lo que sí se llevará consigo son los episodios «de buen parlamentarismo» que ha presenciado desde la Presidencia en el Pleno, en la Mesa o en la Junta de Portavoces.
«Me quedo, sobre todo, con las personas que he conocido a lo largo del camino. Que a veces se desborden las pasiones en el debate político no debería afectar al respeto entre nosotros y a nuestros afectos personales. Al fin y al cabo, somos compañeros», ha remachado.