La presidenta del Congreso, Meritxell Batet, ha remarcado este jueves que ser «coherentes con la institucionalidad democrática» exige «plantear las diferencias entre opciones políticas diversas», pero «sin perder de vista que todas ellas pisan un suelo común: la legitimidad de los distintos proyectos políticos dentro del respeto a la Constitución».

Así lo ha afirmado Batet durante su intervención en el acto de clausura del Máster de Derecho Parlamentario del Instituto de DerechoParlamentario de la Universidad Complutense de Madrid.

Batet ha hecho un llamamiento general a «cuidar» las instituciones porque ellas son «la garantía de la libertad», pero haciendo hincapié en que quienes la integran tienen una «responsabilidad más alta» en esta tarea y deben tener siempre presente que su conducta ha de «ser ejemplar y contribuir a prestigiarlas».

«Especialmente en este tiempo en el que la democracia está sometida a amenazas de distinto tipo», ha añadido la presidenta del Congreso, incidiendo en que «la institucionalidad democrática presupone el pluralismo político y el pluralismo exige tolerancia, respeto, reconocimiento mutuo y una cultura del pacto desde la diferencia o desde la oposición».

LIBERTAD DE EXPRESIÓN PERO NO DESINFORMACIÓN

A su juicio, hay que tener claro que «negociar, ceder y acodar nunca es una debilidad», sino «una fortaleza democrática» y que quienes integran las instituciones están obligados a «utilizar información contrastada en el debate político, sin entrar deliberadamente en la estrategia de la desinformación» porque eso «degrada la calidad de la democracia».

«Exige, también, que los debates se plantean con toda la amplitud de la libertad de expresión, pero sin necesidad de faltar al respeto al adversario ni a las instituciones. Se trata no sólo de respetar la Constitución y las leyes, sino también las convenciones no escritas que completan las reglas del juego de la democracia», ha abundado.