Batet reivindica el valor de la palabra y del pacto de los parlamentos en el 40 aniversario de la cámara de Canarias
SANTA CRUZ DE TENERIFE, 21
La presidenta del Congreso de los Diputados, Meritxell Batet, ha reivindicado este jueves el valor «de la palabra, del compromiso, del pacto» de los parlamentos en el acto institucional que se ha desarrollado en la cámara de Canarias con motivo de su 40 aniversario.
Durante su discurso en el pleno institucional, que ha durado algo más de media hora y en el que no han estado presente los cuatro diputados autonómicos de Sí Podemos Canarias como protesta por la retirada del escaño en el Congreso a Alberto Rodríguez, Batet ha querido subrayar que los parlamentos siguen siendo «vitales» para la organización de la convivencia «en paz, en libertad y prosperidad, en definitiva», dijo, para la «convivencia en democracia».
Así, ha querido destacar que un acto como el celebrado «supone una reivindicación de la institucionalidad democrática» en un momento como el actual en el que los españoles, y especialmente los canarios, han sufrido por el volcán de La Palma, y a lo que agregó se suma la pandemia del Covid-19 y «ahora una guerra terrible, cruel» en Ucrania –apuntando que estos días ha estado en Polonia, en la frontera con Ucrania, donde ha podido estar con las refugiadas y conocer sus historias–.
Ante estos momentos en los que se viven «cosas tan excepcionales», ha considerado que «dignificar, respetar las instituciones democráticas» que representan a los ciudadanos, es el «mejor servicio» que se puede «hacer para el fortalecimiento de la democracia» porque es a través de la misma como se puede «ser más eficaces, más útiles para salir de las crisis y de los sufrimientos».
AUTONOMÍAS
En relación a los 40 años desde que se aprobó el primer Estatuto de Autonomía de Canarias, ha apuntado que el acceso de regiones y nacionalidades a la autonomía política ha supuesto una «radical transformación» de España en términos de progreso, de bienestar, de cohesión social y territorial.
Batet expuso que en la base del «éxito de la descentralización política» ha estado la «voluntad mayoritaria de la ciudadanía de libertad, de querer participar en la construcción de su futuro, de ver satisfechas sus reivindicaciones de modernización y bienestar desatendidas o preteridas muchas veces por el centralismo».
Así, ha considerado que Canarias «ha visto colmada» los mayores niveles de autonomía posible con el nuevo estatuto de 2018, «ambicioso desde el punto de vista competencial, comprometido con la ciudadanía al establecer un amplio catálogo de derechos y principios rectores, y que consagra las especificidades y hechos diferenciales del sistema democrático isleño».
En este marco se encuentra el parlamento canario que «es esencial» para dotar la autonomía de «su naturaleza» política y que tiene algunas particularidades «en garantía y preservación» de las singularidades del territorio como la participación en el procedimiento en las normas estatales que afecten o modifiquen el Régimen Económico y Fiscal (REF) de Canarias; la articulación de las intereses de las islas con la comunidad; o el derecho de veto suspensivo a una mayoría cualificada de diputados de una misma circunscripción insular frente a aquellas decisiones que consideren perjudiciales para la isla.
Esto, dijo, «señalan por un lado las peculiaridades del régimen político canario» pero por otro ponen el «valor de diálogo para avanzar» para acordar «ciertas normas», que consideró es un modelo «exigente para todos» y que «no puede aplicarse a todos» los ámbitos de la política.
En relación con ello consideró que también es «saludable» el que la política «sea contraste», «debate» y «discusión», si bien negó que lo sea la «confrontación» porque esto aleja a los ciudadanos de la política.
«Hacer de la crispación y la división el medio para hacer política es profundamente irresponsable con el interés general porque los ciudadanos salen perdiendo y dejamos de ser útiles y ejemplares. La palabra deja de ser un instrumento de persuasión para convertirse en arma de destrucción del adversario, alentando desde la política innecesarios, estériles y dañinos extremismos. Frente a este escenario debemos reivindicar el valor de la cultura del pacto», apostilló.
40 AÑOS CON RETOS POR DELANTE
Por su parte, el presidente del Parlamento de Canarias, Gustavo Matos, ha recordado que el 10 de agosto de 1982 se aprobaba el primer Estatuto de Canarias, por lo que este 2022 «se conmemoran 40 años de autogobierno, 40 años de parlamentarismo».
Matos destacó que el aniversario se produce en un momento en el que los demócratas tienen que hacer «frente al reto» que supone una «doble amenaza que se cierne sobre los regímenes parlamentarios como espacios de convivencia, de tolerancia y de progreso, y sobre el Estado de las autonomías como modo de organización territorial y política» de España.
A ello sumó la «amenaza global» sobre las democracias liberales como sistemas de garantías de libertades y derechos, que en el caso de España ha apuntado es «una amenaza» sobre su modelo del estado de las autonomías consagrado por la Constitución de 1978; mientras que a nivel internacional se encuentra la invasión a Ucrania.
Si bien, Matos en estos 40 años indicó que «ha quedado constatado que la política y la toma de decisiones más cercana» al territorio, así como la capacidad de elegir el propio destino en el ámbito de las competencias «han propiciado la época de mayor avance que ha vivido Canarias en toda su historia» aunque ha admitido que todavía quedan «grandes retos estructurales por vencer, retos sociales, culturales y económicos pero resulta indiscutible» que los años de autogobierno representan la etapa «más próspera» que ha vivido Canarias.
Añadió que en estos 40 años la capacidad de tomar las decisiones que le son propias por parte de cada territorio, ha contribuido a «fortalecer el régimen democrático» en España y a un «avance social indiscutible», que «cobra una especial importancia» en las islas, por sus «singularidades territoriales, por la existencia de los fueros históricos que no son un privilegio, sino el reconocimiento de una realidad distinta que así debe ser respetada».
Finalmente, apuntó que este aniversario también debe servir para soñar la Canarias que se quiere los próximos cuarenta años. «En un momento en que el mundo se resetea y todo recomienza de alguna manera, Canarias también debe pensar qué quiere ser», apostilló.