Batet recalca al independentismo que no cabe el derecho de autodeterminación ni el Gobierno pretende que exista

ERC ve como una «victoria política» que el Gobierno acepte hablar con Torra sin límites, algo que preocupa a PP y Ciudadanos

La ministra de Política Territorial, Meritxell Batet, ha recalcado a los grupos independentistas del Congreso que el derecho de autodeterminación no cabe en la Constitución Española ni es «pretensión de este Gobierno que exista».

En su comparecencia en el Congreso para presentar el trabajo de su departamento, Batet ha insistido en el mensaje lanzado ayer por la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, de que el presidente catalán, Quim Torra, podrá plantear «lo que considere oportuno» en su reunión con el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez.

Pero ha agregado que el diálogo, para que sea «sincero, abierto, democrático y sin cortapisas» exige que se cumplan previamente dos requisitos: el respeto mutuo y el respeto de las reglas del juego, «que aquellos que hablemos tengamos claro el sistema en el que estamos». «Si eso es volver a la normalidad, bienvenida», ha añadido.

Meritxell Batet ha dicho que el Gobierno apuesta por «pasar página del pasado y mirar hacia el futuro» y ha pedido no caer en reproches de cómo en Cataluña se ha llegado a esta situación.

Y ha asegurado que el «gran acuerdo» que sí existe en Cataluña es que la reforma es una alternativa a la ruptura. Ante el planteamiento de los independentistas de que los ciudadanos deben votar sobre su independencia, la ministra ha añadido que «deben votar acuerdos». «Hagamos el esfuerzo todos para que los ciudadanos puedan votar acuerdos», ha recalcado.

En cualquier caso, Batet ha insistido en que todo debe producirse dentro del marco constitucional y del Estado de Derecho, «un apriori sin el cual no puede haber política». Y ha animado a los partidos independentistas a incorporarse a la comisión del Congreso para la evaluación del Estado autonómico.

Si se lleva a cabo alguna reforma constitucional a partir de estos trabajos, ha agregado, será la que acuerden los partidos y la que decida el Congreso. Podrá incluir, sí ha apuntado, la reforma del Senado, la ampliación de derechos ciudadanos y la clarificación del reparto de competencias entre administraciones.

ERC: EL FUTURO PASA POR LA REPÚBLICA CATALANA

De esta forma respondía la ministra a los planteamientos de ERC y de PDeCAT, quienes han coincido en celebrar que en la reunión del lunes los presidentes del Gobierno central y catalán vayan a hablar de todo «sin cortapisas», también de la posibilidad de celebrar un referéndum pactado.

Desde ERC, su portavoz, Joan Tardà, lo ha llegado a calificar de «victoria política» teniendo en cuenta que «hace pocas horas» Sánchez decía que la cita del lunes en Moncloa «no se tenía que hablar del referéndum» o después de que en el último Pleno el PSOE votara con el PP y Ciudadanos contra una iniciativa de ERC que aboga por que el Gobierno entablara un diálogo «sin condiciones» con Cataluña.

Por ello, el independentista catalán ha celebrado las palabras de la titular de Política Territorial y ha defendido la necesidad que «Cataluña y el Reino de España» dialoguen «sin prejuicios» y «reconociendo la realidad», y es que en Cataluña hay «un porcentaje importante» de la ciudadanía que considera que «el futuro pasa por la República catalana».

En la misma línea se ha expresado el portavoz adjunto del PDeCAT, Jordi Xuclà, quien, tras escuchar a la ministra, ha celebrado que el Gobierno socialista esté «lejos» del modus operandi de la «Brigada Aranzadi», como se ha referido a la «falta de diálogo» que ha caracterizado, a su juicio, el Ejecutivo de Mariano Rajoy.

Y ha aplaudido, también, que el Gobierno abogue por dialogar «para concertar o discrepar», esto es, por un diálogo «sin límites ni condiciones» que se base en el reconocimiento y respeto al otro, «y no en intentar cancelar por varias vías al que piensa de forma distinta».

Xuclà cree que la crisis catalana requerirá de una solución «política y jurídica», ha puesto en valor que, de entrada, Sánchez y Torra caminen hacer «una cierta normalidad» con su reunión del lunes, dado que ambos ejecutivos no se reúnen desde 2016 y se ha mostrado convencido de que, de la misma forma que el agua llega al mar, se encontrarán los «cauces» para «dar la palabra» a los ciudadanos catalanes para que decidan sobre su futuro.

CS, PREOCUPADO POR LA ALEGRÍA INDEPENDENTISTA

Desde Ciudadanos, el secretario general, José Manuel Villegas, ha confirmado su preocupación por que el Gobierno haya puesto la política territorial «en manos del PSC», sobre todo tras escuchar a Sánchez y a Batet hablando de la «deslegitimación» del Estatut catalán y la Constitución española, y a tenor de la alegría mostrada por sus «socios» independentistas.

En la misma línea se ha expresado la representante del PP en la Comisión Constitucional, Pilar Cortés, quien por su parte ha echado en cara que desde ERC se hable de «victoria política» por que Sánchez y Torran vayan a hablar de todo, porque no es más que la garantía de su apoyo al decreto ley para renovar el Consejo de RTVE.

Es más, ha augurado que lo que resta de legislatura, habrá «un constante truque» entre el Gobierno y los independentistas catalanes porque ése es el «precio» de su apoyo para que Sánchez llegase a La Moncloa.

PSOE: DIÁLOGO TAMBIÉN DENTRO DE CATALUÑA

El portavoz socialista, Patxi López, ha defendido la necesidad de buscar acuerdos mediante el diálogo y ha criticado que «a la acción de la política la llamen pagar hipotecas, a la búsqueda de soluciones, pagar chantajes, y al diálogo entre diferentes lo llamen venderse», en clara crítica a Ciudadanos.

López ha dicho que el Gobierno hará normal «lo que es normal para la ciudadanía: «hablar», porque la situación en Cataluña es consecuencia de «la no política». También ha exigido sin embargo que ese diálogo se lleve a cabo dentro de Cataluña por parte de quienes lo reivindican fuera.

En nombre de Unidos Podemos, la portavoz de En Comú, Lucía Martín, ha cuestionado que los escenarios de diálogo no vayan de momento más allá de los gobiernos de España y Cataluña, se ha alegrado de que el Ejecutivo haya cumplido con la demanda de acercamiento a Cataluña los presos del procès, ha reclamado que se active las comisiones bilaterales y ha celebrado que la voluntad del Gobierno de negociar la retirada de los recursos inconstitucionalidad presentados por el Gobierno anterior contra leyes catalanas.