Batet pide «bajar la crispación» y lograr acuerdos para renovar el CGPJ y el TC una vez pasado el 4M

Reivindica la política en tiempos de crisis: «No hay atajos, ideas mágicas, ni gobiernos de expertos, todo exige una valoración política»

La presidenta del Congreso, la socialista Meritxell Batet, ha hecho este jueves un llamamiento a todos los partidos para que, una vez que se han celebrado las elecciones madrileñas y que no hay a la vista otra cita con las urnas, se esfuercen en «bajar la crispación» y también en lograr consensos para renovar los órganos constitucionales que están caducados, entre los que ha citado el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), el Tribunal Constitucional y el Defensor del Pueblo.

Durante su intervención en un encuentro telemático organizado por el Consejo General de Economistas, Batet ha admitido que en las campañas electorales «la polarización se expresa en su máximo esplendor» porque la aspiración de todos los partidos es diferenciarse.

«Todos asumen sus posiciones más radicales o más de contraste, pero, una vez finalizadas las elecciones, y en un horizonte sin ellas, se podría pensar que es un buen momento para bajar los ánimos y seguir contrastando ideas, pero tener un espacio donde los acuerdos y consensos puedan volver a aflorar», ha afirmado.

En este contexto, ha subrayado que en democracia esos espacios de acuerdo son «básicos» e «imprescindibles» y que sin ellos «difícilmente la democracia estará fuerte». Por ello ha hecho un llamamiento para «reducir la polarización», lo que, a su juicio, pasa por «conseguir que los partidos no compitan en radicalidad» y no hagan «seguidismo de las voces más radicales de los propios».

NO NOS LO PODEMOS PERMITIR

Por contra, ha insistido en que deben «buscar elementos para establecer puentes y llegar a consensos con quien piensa distinto» y ha hecho hincapié en que es momento de sellar los acuerdos a los que obliga la Constitución y que llevan demasiado tiempo pendientes.

«El CGPJ, el TC y el Defensor del Pueblo llevan pendientes de renovación desde hace años. Eso una democracia no se lo puede permitir. Espero que después de estas elecciones se pueda avanzar en el ámbito de los consensos, bajar la crispación y hacer debates de políticas e ideas concretas», ha confesado la presidenta del Congreso.

Batet ha admitido que le «preocupa» la situación que se vive en ocasiones en el hemiciclo con «insultos» y faltas de respeto entre oradores y ha insistido en que los políticos tienen que dar ejemplo porque si no lo hacen contribuyen a que la ciudadanía se distancie cada vez más de sus representantes. «Y eso no es bueno para la política ni para la democracia», ha advertido.

LOS INSULTOS DEL HEMICICLO SE VEN EN LA CALLE

«Sin respeto es muy difícil que se produzca un debate parlamentario porque la ciudadanía después se puede impregnar de esa falta de respeto. La crispación en el hemiciclo se traslada a la calle y hay mucha más violencia verbal e insultos porque los ciudadanos toman como referencia a sus líderes políticos», se ha lamentado Batet.

A su juicio, para lograr mejorar el ambiente parlamentario es muy importante que la ciudadanía sea «exigente» con los políticos, sobre todo con aquellos a los que votan. «La autoexigencia y la autocrítica son imprescindibles», ha dicho, animando a los ciudadanos a «juzgar» a sus representantes cuando «faltan al respeto» a los contrincantes.

Desde su punto de vista, la clase política actual no difiere de sus predecesores en cuanto a capacitación, talento o formación y todos comparten el anhelo de «transformar la realidad para mejorar la vida de las personas».

Lo que sí ha cambiado, según su análisis, es la manera de relacionarse de los diputados, sobre todo desde la aparición de las redes sociales, que han contribuido a la desaparición de «esferas de privacidad» modificando, por tanto, la «manera de hacer política».

FRENAR A LOS RADICALES PROPIOS

«Los partidos compiten en radicalidad en gran medida por las redes sociales, todo somos bombardeados por los más radicales de nuestra propia formación y si ellos marcan los temas y los parámetros de la discusión, se dificultan los consensos», ha alertado. «Hay que dejar a un lado el partidismo estéril, la crítica está bien, pero a veces es estéril», ha aseverado.

La tercera autoridad del Estado ha incidido en que todos los logros colectivos logrados por España desde la Transición han tenido su base en «decisiones políticas» ha advertido de que «su continuidad depende de las decisiones políticas que seamos capaces de adoptar».

NO DENIGRAR LO PÚBLICO

«No hay atajos, alternativas, ideas mágicas, gobiernos de expertos ni respuestas simples a problemas complejos, todo exige una valoración política», ha enfatizado, llamando a «no denigrar» sino a «defender» lo público porque eso «nos perjudica a todos como colectivo».

En este contexto, ha señalado que todos, los responsables públicos en primer término, pero también cada uno desde su responsabilidad, debe velar por una «democracia de calidad» sin olvidar que existen «riesgos» y «peligros» como se puso de manifiesto, ha remarcado, el pasado mes de enero durante la toma del Capitolio estadounidense.

Para Batet, los riesgos que afronta la democracia son «los totalitarismos, los populismos, los nacionalismos, y la tecnocracia» y, frente a ellos, hay que actuar con responsabilidad, defendiendo un debate público «con respeto, sin crispación, con rigor y datos que permitan poder contrastar modelos distintos». «La política, en una crisis económica como la actual es más importante que nunca», ha remachado.