Barbón dice que «no» le gusta la reforma de malversación y ve un ataque a la Constitución en la petición de referéndum
También afirma que la no renovación de órganos constitucionales, de la que culpa a la derecha, es un ataque a la Carta Magna
OVIEDO, 16
El presidente del Gobierno del Principado de Asturias, el socialista Adrián Barbón, ha asegurado hoy que «no» le gusta lo que conoce por el momento de la reforma del delito de malversación que se está tramitando en las Cortes. Además, ha señalado que le parece un ataque a la Constitución la petición de referéndum por parte de ERC y la no renovación de los órganos constitucionales.
En declaraciones remitidas a los medios con motivo de la celebración de la reunión del Consejo de Gobierno en el Ayuntamiento de Aller, el residente asturiano se ha referido a la reforma del delito de malversación, rehusando pronunciarse hasta no conocer «el texto definitivo», aunque ha avanzado que lo que conoce por el momento «no» le gusta.
Aunque ha añadido que «sí» le gusta que «se evalúe el enriquecimiento del patrimonio de los políticos para detectar casos de corrupción; eso es importantísimo».
Para Barbón, «es muy importante que el patrimonio de los políticos esté siempre sometido a repaso». «La corrupción es un mal que perjudica la imagen de la política», ha lamentado, defendiendo que los políticos tengan siempre «bolsillos de cristal».
PETICIÓN DE REFERENDUM QUE LE INDIGNA
Además, Barbón ha señalado este viernes que ve un «ataque» a la Constitución en la petición de referéndum del presidente de la Generalitat, Pere Aragonés, y también en el bloqueo a la renovación de órganos constitucionales.
El jefe del Ejecutivo autonómico ha incidido en la importancia de defender el orden constitucional y ha asegurado que no aceptará «bajo ningún concepto» esa petición de referéndum que le «indigna», al entender que es «un ataque» a la Constitución.
Asimismo, ha argumentado que «tan ataque a la Constitución es eso como no renovar los órganos constitucionales». «La derecha política lo que tendría que hacer, en mi opinión, es dejar de bloquear la renovación, en primer lugar, del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y, en segundo lugar, de lo que corresponda del Tribunal Constitucional (TC), porque al no renovar los está devaluando», argumenta.
Al respecto, alertó de que ante la no renovación de ambos órganos, «una parte importante de la sociedad empieza a dudar de la legitimidad de esos órganos constitucionales». «Es muy grave tener un Consejo General del Poder Judicial caducado desde hace 4 años, apuntilló.