Banco de España señala que el gasto en defensa es de los más bajos de Europa y se va principalmente a sueldos
España gasta más en policía que el promedio de la UE (1,2% del PIB frente a un 0,9%) y prácticamente no se invierte en I+D
El Banco de España ha constatado que el gasto en defensa que hace el país es de los más bajos de la Unión Europea, con menos de un 1% del Producto Interior Bruto (PIB), y principalmente se destina a gasto en personal y menos hacia actividades de investigación y desarrollo (I+D).
Es una de las principales conclusiones de un artículo de la institución publicado este jueves, donde analiza el gasto público en defensa, orden público y seguridad en España y en la Unión Europea.
El informe explica que el actual contexto geopolítico está haciendo de catalizador en la UE para incrementar el gasto público en seguridad (que engloba defensa, orden público y seguridad). Esto, aunque implica un impulso a la autonomía estratégica de los países, también supone una «presión adicional sobre las finanzas públicas en un contexto de elevados niveles de déficit y deuda pública».
En lo que se refiere a las cifras, el organismo apunta que el gasto en defensa ascendió en 2022 al 2,6% del gasto público total en la UE, lo que representa el 1,3% del PIB.
ESPAÑA Y ALEMANIA, LOS QUE MENOS INVIERTEN
Entre los principales países de la UE, España y Alemania se encontrarían en el rango inferior, con valores próximos al 1% del PIB, frente al 1,8% de Francia. En comparación con otras potencias, el gasto europeo promedio es muy inferior al de Estados Unidos (3,3% del PIB), Reino Unido (2,1%) y Rusia (2%) y está más en línea con el de China y Japón.
Sin embargo, en lo relativo al gasto en orden público y seguridad, España gasta un 1,9% del PIB frente al 1,7% del promedio europeo. En concreto, el gasto se dirige principalmente a policía (0,9% del PIB en la UE y 1,2% en España), seguido del gasto en tribunales de Justicia (0,3% del PIB en la UE y 0,4% en España), si bien el gasto en I+D «es nulo».
En lo que respecta a otros actores internacionales, los valores del gasto en orden público y seguridad se sitúan en torno al 2% en el Reino Unido y Estados Unidos, mientras que alcanza el 2,3% en Rusia y en China y Japón se sitúa en torno al 1,2% del PIB.
En conjunto, el nivel de gasto público en seguridad en la UE y en España, que alcanzó en ambos casos el 3% del PIB en 2022, es inferior al observado en otras potencias mundiales, mientras que su composición, en relación con estas últimas, presenta una asignación de recursos mayor hacia el gasto en personal y menor hacia actividades de investigación y desarrollo.
En este punto, el Banco de España considera que una reasignación del gasto en esa dirección podría generar «ganancias en términos de eficiencia económica». Además, la institución cree que dada la consideración de la seguridad como un bien público europeo, se podrían obtener beneficios adicionales mediante una provisión y una financiación comunes y coordinadas de este.
EL GASTO MILITAR, LA PRINCIPAL PARTIDA
Atendiendo a una clasificación funcional del gasto, la principal partida del gasto en defensa en España y en el conjunto de la UE se corresponde con el gasto militar, que representa el 1% y el 1,2% del PIB, respectivamente.
Varios países de la UE como Grecia y los países bálticos, dice el documento, tienen un gasto militar muy superior al de la media. Es destacable también que el gasto de defensa en investigación y desarrollo (I+D) es prácticamente nulo en la mayor parte de los países de la UE, con la excepción de Francia, donde asciende al 0,1% del PIB, si bien muy alejado del 0,4% del PIB observado en Estados Unidos.
Por último, el Banco de España incide en que los mayores recursos de la UE se destinan a la remuneración de asalariados, especialmente en el caso del gasto en orden público y seguridad, seguido del consumo público intermedio y la inversión, especialmente en el caso del gasto en defensa.
En España, el comportamiento es similar al del conjunto de la UE. El Reino Unido es el país que, en esta comparativa, destina menos recursos a los gastos en personal, en favor del consumo intermedio y la inversión, tanto en defensa como en orden público y seguridad.