Bal plantea su liderazgo en Cs como de «transición» con el objetivo de que se construya un nuevo Albert Rivera
Asegura que van mal, muy mal, que se encaminan a la desaparición y que no remontan
El vicesecretario general de Ciudadanos, Edmundo Bal, plantea su candidatura para liderar el partido como una fase de «transición» con el objetivo final de que se construya un nuevo Albert Rivera, alguien que replique el éxito del fundador del partido. Su idea es captar votantes de centro izquierda desencantados con la «radicalidad» que atribuyen a Pedro Sánchez, igual que el Ciutadans original atrajo a votantes del PSC hartos de nacionalismo.
Así lo explica en una entrevista concedida a Europa Press, donde el también portavoz adjunto de Ciudadanos en el Congreso se muestra rotundo sobre la situación actual de su partido: «Va mal, muy mal, nos encaminamos a la desaparición», admite, pidiendo no engañarse. Y va más allá. «No remontamos (en las encuestas), mes tras mes ni un repunte, ni una pequeña tendencia alcista», lamenta.
Bal explica que la situación actual y la necesidad de honrar el proceso de refundación, «hacerlo «creíble», fueron los motivos que le empujaron a presentar su candidatura para las primarias que se celebrarán el 9 y el 10 de enero, en vísperas de la asamblea extraordinaria del partido. «Tengo el convencimiento de que la única posibilidad de salir de esta mala situación es la ilusión de los afiliados y que esta se contagie luego a los votantes», expone, asegurando que su candidatura puede «aportar algo» en este sentido.
Desde que el vicesecretario general manifestó sus intenciones a principios de diciembre, la ruptura con la líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas, ha sido imposible de reconducir. Los otrora «compañeros» y «amigos» caminan hacia un choque de trenes en la Asamblea Extraordinaria de mediados de enero.
INÉS REPRESENTA «LO VIEJO» DE CS
Bal encabezará una lista, acompañado del concejal Santiago Saura y las diputadas Mari Carmen Martínez Granados y Sara Giménez, mientras que la actual presidenta apostará por una lista de unidad en la que podría figurar simbólicamente cerrando. Pero el número dos sostiene que su lista es la de la «renovación», mientras que la presidente representa «lo viejo».
«Creo que Inés no puede representar ese proyecto porque está identificada con lo viejo», explica. Loando su figura, lo «brillante» y «valiosa» que es, subraya que ha de tener un papel en el futuro Ciudadanos, pero no puede ser el de estar al frente.
Además, niega que haya lista de unidad con ella. «No hay lista de unidad, ahora hay una lista que encabezo yo y hay una lista que es de Inés, por mucho que ella diga que se va a poner la última es la lista de Inés», dice. Ya se conocen algunos nombres de esta lista, como el del eurodiputado Adrián Vázquez; la coordinadora autonómica de Ciudadanos de Baleares, Patricia Guasp; el secretario de Organización, Carlos Pérez-Nievas; y el concejal en el Ayuntamiento de Madrid Mariano Fuentes.
A Arrimadas le sorprendió la candidatura de Bal y le instó a unirse a su iniciativa para armar una lista de unidad, pero a pesar de la confrontación el vicesecretario general declara su intención de continuar hasta el final.
En estas semanas Bal y Arrimadas han negociado una candidatura única en tres ocasiones. El pasado martes, su «última oferta» fue que ella se quedara con la portavocía en el Congreso, que se revelaba como el principal escollo para avanzar hacia la lista de unidad, pero tampoco. «Dice que no es suficiente», se lamenta el vicesecretario general naranja . «Esto de rechazar la negociación, rechazar esta posibilidad, lo que pone de manifiesto es la falta de credibilidad del proceso de refundación», considera.
El número dos de Ciudadanos sitúa el origen de la ruptura en las diferentes opiniones que ambos tienen sobre cómo debe terminar el proceso de refundación. Bal subraya que la renovación es «una oportunidad de oro» para salir del pozo y que Ciudadanos no se puede refundar «con lo que ya hay de antes», en alusión al papel de la líder naranja en el futuro de la formación.
NO LE GUSTA LA BICEFALIA QUE SE APROBÓ
Tampoco comulga con el modelo de dirección bicéfala –las partes orgánicas y políticas separadas– que finalmente se aprobó en una tensa Ejecutiva y que los afiliados tendrán que refrendar en enero. «Todo esto viene por su proyecto original de que este partido se parezca al PNV, un modelo que yo no quiero, que a mí no me gusta, pero lo acepto porque en la Ejecutiva llegamos a un acuerdo», manifiesta Bal.
Él aboga por una «bicefalia» real en la que «dos pesos pesados se contrapesen» en cargos preeminentes, como el de portavoz político del partido y portavoz nacional y del Congreso. A todo ello se añaden las tensiones derivadas de la Ley del Sólo sí es sí , que ha generado rebajas de penas a delincuentes sexuales y en la que Ciudadanos votó a favor, algo que Arrimadas reprochó después públicamente.
Una de las críticas más repetidas contra la candidatura de Bal es que la suya tampoco es una cara nueva. Es consciente, pero afirma ser «la única alternativa» porque, con las elecciones autonómicas y municipales de mayo de 2023 y las generales de finales de ese año, no da tiempo a cimentar a un nuevo líder que llegue al liderazgo del partido desde el desconocimiento.
«Qué más hubiera querido yo que no tuviéramos en ciernes unos procesos electorales y de una forma tranquila, sosegada y pausada poder construir un nuevo liderazgo que no hubiera sido el mío», señala en la entrevista con Europa Press.
NO QUIERE PERPETUARSE
De hecho, el abogado del Estado avisa de que su intención no es perpetuarse, sino capitanear una «transición» en 2023 para «mirar más lejos, mirar al medio o largo plazo». «Quiero dejarlo claro: esto es una transición para construir un nuevo liderazgo que no sea el mío a partir de 2024», detalla. Sobre el futuro líder, tiene que ser uno como Albert Rivera en 2006. «No era un liderazgo indiscutible, pero funcionó. Comunicaba muy bien y seducía», explica.
Y en cuanto al proyecto orgánico, el diputado diagnostica que, en los últimos años, el partido «se ha estrechado» en relación a una sola opción ideológica, en referencia a la derecha, y cree que Ciudadanos ha de «ensancharse» y «ampliar el espectro».
El objetivo es «atraer a personas que estén huérfanas de partido», con especial interés en los votantes del PSOE a los que no les agrada la «radicalidad» del presidente, Pedro Sánchez, pero sí coincidían con figuras como Alfredo Pérez Rubalcaba, Felipe González o Alfonso Guerra, los votantes de centro-izquierda, según el vicesecretario general.