Azucarera subraya que los precios deben negociarse con los agricultores y no con las OPA, según el arbitraje
VALLADOLID, 15
Azucarera ha subrayado que los árbitros han sido «concluyentes» al afirmar que los precios de la remolacha «no deben negociarse» con las organizaciones agrarias, sino «directamente con los agricultores».
A través de un comunicado remitido a Europa Press, Azucarera ha defendido su modelo iniciado en la campaña 20/21 consistente en desarrollar una relación directa con los agricultores basada en servicios y en propuestas económicas personalizadas, centradas en «asegurarles una rentabilidad por hectárea y ofrecerles servicios de calidad».
Tras analizar los laudos arbitrales, la empresa asumirá el pago a todos los agricultores de la diferencia neta entre el ingreso que percibieron en la campaña 19/20 y el que habrían obtenido conforme a la antigua oferta comercial tras los laudos arbitrales notificados el pasado viernes.
No obstante, ha advertido de que «no son idénticos en su contenido», ya que en un caso el árbitro afirma que en la campaña 19/20 no se daban las circunstancias extraordinarias que justificaban el cambio de la oferta comercial mientras que en el otro se asume que sí se daban.
A pesar de ello, trabaja en el cálculo de la cantidad exacta que corresponderá abonar a cada agricultor y, durante las próximas semanas, los técnicos de campo procederán a contactar con sus agricultores asignados para comunicarles la cifra exacta y articular el pago.
La antigua oferta comercial estaba integrada por un precio base de 25,45 euros, una compensación por pulpa y dos complementos que dependían de la distancia a la fábrica y del rendimiento del agricultor, por lo que el importe exacto a satisfacer a cada agricultor será distinto y vendrá determinado en función de la distancia a la fábrica y el rendimiento.
La empresa concluye que seguirá trabajando con todos los agentes del sector para «ofrecer más servicios y ofertas de calidad» a sus remolacheros, al tiempo que ha ratificado su compromiso con el cultivo de la remolacha y los profesionales del campo, para lo que introducirá «mejoras en toda la cadena de valor», desde las parcelas a la fábrica, implementará nuevos avances tecnológicos y eliminará «ineficiencias del pasado».