Ayuso cree que la economía española «no va como dice el Gobierno»: «Está dopada por deuda y gasto público desbocado»
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha indicado que la economía española «no va como dice el Gobierno» y ha asegurado que «la situación está dopada por el gasto público desbocado y una deuda que ya superó el 1,6 billones de euros con sus intereses».
Así lo ha manifestado este miércoles durante su intervención en el V Foro Internacional de Expansión , donde la dirigente madrileña ha instado a seguir «las políticas liberales de Madrid para no expulsar la inversión del país».
«Si nos comparamos con el entorno de la Unión Europea o la situación que se vivía durante la propia pandemia, es lógico pensar que hemos salvado los muebles y que vamos a mejor, pero los datos indican que ni siquiera hemos recuperado la situación que teníamos antes de la Covid-19», ha lamentado.
En esta línea, Ayuso ha indicado que el gasto «sigue sin control» y ha alertado de que el Ejecutivo central «no maneja una cifra real de parados puesto que los fijos discontinuos la distorsionan». «Hay mucha incertidumbre económica, una gran voracidad fiscal y políticas que están encareciendo los costes laborales», ha aseverado.
Además, la presidenta ha indicado que casi el 30% del aumento de ingresos que la Agencia Tributaria ha obtenido por el Impuesto de las Renta «se debe a la inflación que aumenta, fundamentalmente, entre la clase media española, que es el principal motor de la economía nacional y la cohesión social».
«ESPAÑA HA PERDIDO RELEVANCIA»
«A esto se suma la amenaza a los directivos de grandes empresas, la persecución a los beneficios empresariales como si fuera algo negativo, algo perjudicial, sospechoso y las trabas a la pequeña y a la mediana empresa, que al final es quien más paga todo esto. Esto hace hundir la contratación y la competitividad de la empresa española en su conjunto», ha advertido.
Ayuso ha lamentado que España «haya perdido relevancia y confianza a nivel internacional» y ha asegurado que «prueba de ello es que la inversión extranjera se ha desplomado un 50% en los últimos seis años. «Si seguimos por este camino, además de expulsar, sobre todo, lo que vamos a conseguir es que mucha de esa inversión no quiera venir a España», ha lanzado.
«El trato a las empresas españolas que deciden marcharse en lugar de buscar cómo animarse a quedarse o las leyes intervencionistas, especialmente en materia de vivienda están provocando que las inversiones elijan otras plazas donde ser mejor tratadas, respirar confianza y libertad», ha indicado.