Asociaciones de pacientes y clínicos piden avanzar hacia políticas de detección temprana de diabetes tipo 1
La Federación Internacional de Diabetes (IDF), el Foro Europeo de Diabetes (EUDF) y la Federación Española de Diabetes, en colaboración con la Red Global de Parlamentarios para la Diabetes (PDGN) y con el apoyo de Sanofi han abordado, en el marco del congreso de la Asociación Europea para el Estudio de la Diabetes (EASD), la necesidad de implementar políticas de salud pública para la detección temprana de la diabetes tipo 1.
Así lo han reclamado durante el foro Ir más allá de lo que podemos ver: Detección temprana de la Diabetes tipo 1 , que ha reunido a representantes gubernamentales, expertos científicos y asociaciones de pacientes, nacionales e internacionales, para discutir políticas y estrategias que permitan ofrecer una respuesta efectiva y sostenible para las personas que van a desarrollar diabetes tipo 1 y sus familias.
«El diagnóstico precoz permitiría evitar severas complicaciones para la salud que pueden derivar en un peor desarrollo cognitivo cuando ocurre en la infancia y se puede asociar a un peor control glucémico a lo largo de la vida. Esto, junto a la llegada de avances científicos con nuevos tratamientos inmunomoduladores, abren una vía para poder prevenir o retrasar la aparición de la enfermedad e incluso llegar a curarla», ha explicado el profesor del Departamento de Pediatría del Hospital Universitario Cruces y de la UPV, Luis Castaño, también investigador del Centro de Investigación Biomédica en Red de Diabetes y Enfermedades Metabólicas Asociadas (CIBERDEM) y de la red Europea Endo-ERN.
En este sentido, países como Alemania, Reino Unido, Suecia, Australia o Estados Unidos han puesto en marcha estrategias de detección temprana para población general y, en el caso de Italia, el Parlamento ha aprobado un programa nacional de cribado pediátrico.
Por su parte, el director general de Salud Pública, Pedro Gullón, ha señalado que «ahora hay muchas pruebas de que la detección temprana es importante y que puede mejorar la calidad de vida de las personas que viven con diabetes tipo 1». Asimismo, ha explicado que, en España, se continuará evaluando, con el apoyo de organismos independientes y desde una perspectiva integral basada en la evidencia, la decisión de poner en marcha programas de cribado poblacionales.
Asimismo, el director general ha destacado la relevancia que tienen este tipo de foros para generar conocimiento y la importancia que tiene la experiencia de los pacientes para crear las mejores políticas de salud pública.
«Vivir con diabetes tipo 1 requiere una gestión constante, con el temor a hipoglucemias, la administración de insulina, restricciones alimentarias y controles médicos frecuentes; no puedes bajar la guardia, cambia la vida de la persona que la padece y su familia», ha explicado por su parte el representante de la Federación que aglutina las asociaciones de pacientes en España, Juan Francisco Perán. «Desde FEDE llevamos años abogando por programas de detección precoz que mejorarían la calidad de vida y permitirían ganar tiempo para recibir la educación terapéutica necesaria para aprender a gestionar la enfermedad antes de que muestre sus síntomas», ha añadido.
«Hoy sabemos que la diabetes se desarrolla en 3 etapas, iniciándose meses o incluso años antes de que se manifiesten sus síntomas. Este conocimiento abre la puerta a nuevos abordajes y a la llegada de innovación para tratar cada etapa de la enfermedad, bien sea a través de terapias que pueden modificar su curso u ofreciendo soluciones terapéuticas y tecnológicas para su tratamiento y control, una vez ha ocurrido el debut clínico», ha añadido el director general de Sanofi España, Ignacio Saez-Torres.
La diabetes tipo 1 es una enfermedad autoinmune progresiva, con una prevalencia en rápido crecimiento en todo el mundo. Probablemente surja en personas genéticamente predispuestas expuestas a un desencadenante medioambiental, como infecciones víricas y factores dietéticos, que inicia un ataque autoinmune a las células beta del páncreas por parte de los linfocitos T autorreactivos.
La autoinmunidad de la diabetes tipo 1 está marcada por la aparición de anticuerpos. La enfermedad progresa en tres estadios, lo que refleja la destrucción progresiva de la función de las células beta, desde los estadios presintomáticos 1 y 2 hasta el estadio sintomático 3, que se caracteriza por hiperglucemia.
Los pacientes suelen diagnosticarse en el estadio 3. En España, el 58 por ciento de los debuts son con cetoacidosis diabética (CAD) y el 1,4 por ciento son con cetoacidosis y coma. El tratamiento de la CAD a menudo requiere ingresos en la unidad de cuidados intensivos.
Independientemente del debut, el diagnóstico de la diabetes tipo 1 autoinmune puede ser un momento complicado para las personas afectadas y sus familias que deben adaptarse rápidamente a una vida con diabetes tipo 1 autoinmune, gestionando las inyecciones diarias y la monitorización regular de la glucemia, con el riesgo y el posible miedo a la hipoglucemia o la hiperglucemia. Se estima que la vida con esta enfermedad requiere la toma de un gran número de decisiones relacionadas con la salud al día, de media alrededor de 180.