Aseguran que los disparos que mataron al científico iraní, Mohsen Fajrizadé, fueron por control remoto

Los disparos que se realizaron con una ametralladora automática desde una camioneta y que acabaron con la vida el viernes del científico iraní, Mohsen Fajrizadé, considerado como el director del programa nuclear del país, fueron realizados por control remoto.

Fajrizadé asesinado por «elementos terroristas» el viernes en los alrededores de la capital, Teherán, fue alcanzando por tres proyectiles segundos antes de que la camioneta desde la que se dispararon se autodestruyera, según ha publicado la agencia iraní de noticias FARS, citando fuentes de La Guardia Revolucionaria de Irán.

Según estas nuevas informaciones, Fajrizadé y su esposa se dirigían a pasar el fin de semana en su casa a las afueras de Teherán. Había tres coches de seguridad con ellos, pero en un momento de la travesía el vehículo que encabezaba la comitiva se desvió para llevar a cabo un control de seguridad perimetral del domicilio.

En ese momento, el coche en el que viajaba Fajrizadé y su esposa recibió un impacto, haciendo que el científico se bajara «pensando que el sonido procedía de una colisión con un elemento externo o un fallo en el motor», momento en el que apareció un camioneta Nissan desde la que se efectuaron los disparos.

Fakhrizadeh fue alcanzado por tres de ellos, uno de los cuales acabó en su espalda. Los disparos se habrían realizado con una ametralladora automática, montada en la camioneta y manejada por control remoto.

La agencia FARS detalla que el propietario de la camioneta habría salido de Irán el pasado 29 de octubre.

Durante los últimos días, medios internacionales han informado sobre posibles planes de Washington para llevar a cabo un ataque en Irán. El propio presidente saliente de Estados Unidos, Donald Trump, preguntó recientemente a sus asesores de Seguridad Nacional sobre la posibilidad de un ataque aéreo contra instalaciones nucleares iraníes, según The New York Times .

Sin embargo, hasta el momento las autoridades de Teherán han apuntado hacia Israel como responsable directo del ataque. «Esta cobardía, con serias indicaciones sobre el papel de Israel, muestran el desesperado belicismo de los responsables», condenó vía Twitter el ministro de Exteriores de Irán, Mohamad Yavad Zarif.

Asimismo, el jefe del Estado Mayor del Ejército de Irán, Mohamad Hosein Baqeri adelantó que «una dura venganza espera a los asesinos», a los que ha vinculado con «la arrogancia global y el maligno régimen sionista de Israel».

Las demandas de Irán solicitando a la comunidad internacional, «y especialmente a la Unión Europea» (UE), una condena de «este acto terrorista» fueron escuchadas por Bruselas, quien calificó un día después lo sucedido como un «acto criminal que contraviene el principio de respeto de los Derechos Humanos».

Las palabras de la UE no han sido bien recibidas por Israel, que si bien ha asegurado «no tener ni idea» de quienes son los responsables, posteriormente criticó el comunicado de Bruselas calificándolo de «hipócrita».

«En lugar de adoptar una postura nítida sobre las sanciones que hacen falta para que Irán no se haga con un arma nuclear, una vez más la Unión Europea vuelve a enterrar la cabeza en la arena», criticó el ministro de Inteligencia de Israel, Eli Cohen.

LA FIGURA DE FAJRIZADÉ

Fajrizadé, un profesor de física y oficial de la Guardia Revolucionaria iraní fue citado en 2018 por el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, como el director del programa de armas nucleares de Irán.

«Recuerden ese nombre, Fajrizadé», manifestó Netanyahu durante la presentación de una serie de documentos que, según aseguró el primer ministro israelí, habían sido obtenidos durante una operación en unas instalaciones en Teherán, lo que fue rechazado por el Gobierno iraní.

Por el momento se desconoce quién ha estado detrás del asesinato del científico, si bien las autoridades iraníes han acusado en el pasado a Israel de estar detrás de la muerte de varios científicos vinculados a su programa nuclear.

El asesinato de Fajrizadé ha tenido lugar en medio de las informaciones sobre los preparativos para la ejecución en Irán del académico Ahmadreza Djalali, condenado hace tres años por presunto espionaje y por proporcionar información sobre científicos nucleares iraníes al Mossad.

La Fiscalía considera que Djalali dio al Mossad información de 30 científicos nucleares y militares, entre ellos Masud Alí Mohamadi, que murió en 2010 por la explosión de una bomba adosada a su moto junto a su vivienda en Teherán. Las autoridades también le vinculan con el asesinato del ingeniero Mayid Shahriari, fallecido en otro ataque con bomba ese mismo año.

En el ataque contra Shahriari resultó herido Fereidún Abasi Davani, quien fue jefe de la Organización de la Energía Nuclear de Irán (OIEA). Asimismo, en julio de 2011 fue asesinado el científico Dariush Rezaeineyad en otro ataque con bomba.

Djalali, residente en Suecia, fue detenido durante un viaje a Irán en abril de 2016 y trabajaba hasta su detención como investigador en el Instituto Karolinska de Estocolmo. Suecia, que ha pedido a Teherán que no proceda a su ejecución, le concedió la ciudadanía en 2018, si bien el Gobierno iraní no reconoce la doble ciudadanía.

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