Ascienden a 320 los muertos en el marco de las protestas tras el golpe de Estado en Birmania
Registrado un ataque incendiario contra la sede del partido de Suu Kyi
EEUU y la ONU muestran su preocupación y piden contención
Al menos 320 personas han muerto en el marco de las protestas que han tenido lugar tras el golpe de Estado registrado el 1 de febrero en Birmania, según el último informe de la Asociación de Ayuda a los Presos Políticos (AAPP) del país asiático.
En el último día la ONG ha documentado 34 víctimas mortales adicionales, tal y como indica en un documento en el que ha acusado al Ejército birmano de hacer uso de munición real en el municipio de Taunggyi, en Shan. Así, ha señalado que los militares han convertido áreas residenciales en una zona de combate.
La ONG, con base en Tailandia y Rangún (Birmania), estima que por el momento han sido detenidas, imputadas o condenadas casi 3.000 personas (2.981) en relación con el golpe militar. No obstante, más de un millar ya han sido liberadas.
Este mismo viernes se ha producido un ataque incendiario contra la sede de la Liga Nacional para la Democracia (LND), el partido de Aung San Suu Kyi, según informaciones del diario The Irrawaddy .
Imágenes de las cámaras de seguridad muestran cómo tres hombres lanzan artefactos incendiarios contra la sede sobre las 4.15 de la mañana antes de salir corriendo, si bien no se han registrado víctimas ni heridos. Las llamas han sido apagadas por varios residentes de la zona.
EEUU Y LA ONU MUESTRAN SU PREOCUPACIÓN
El portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, Ned Price, ha expresado su preocupación por la situación que atraviesa el país y ha señalado que se encuentra «conmocionado» y «entristecido» por los indicios de que las «fuerzas de seguridad «están haciendo uso de la fuerza letal contra la población».
En un comunicado, ha calificado estos actos de «brutales» y «horribles» y ha lamentado que estén afectando, además, a niños de corta edad, quienes también han muerto a manos de los militares.
«Expresamos nuestras más profundas condolencias a los familiares y seres queridos de todas las víctimas y condenamos las acciones de las fuerzas de seguridad birmanas en los mayores términos», ha dicho antes de matizar que el «régimen no puede gobernar mediante el terror».
Por su parte, el equipo de la ONU desplegado en el país ha dicho estar también muy «preocupado» por el impacto de los acontecimientos políticos, especialmente en las áreas ahora afectadas por el conflicto.
Así, ha explicado que el equipo está prestando ayuda a 1 millón de personas, aproximadamente, de las cuales un tercio son desplazados a nivel interno. Sin embargo, ha lamentado que el trabajo de las ONG se vea «obstaculizado por la falta de acceso al sistema bancario».
La organización ha señalado, asimismo, que únicamente cuenta con un 10 por ciento de los 270 millones de dólares que necesita para ofrecer la ayuda necesaria a la población birmana.
En este sentido, ha denunciado los «continuos arrestos arbitrarios, incluidos los de periodistas y líderes de la sociedad civil» y ha hecho un llamamiento para su puesta inmediata en libertad y a favor de la «contención».
Sobre la cumbre de emergencia solicitada por un relator de la ONU para abordar la situación en Birmania, el portavoz de la ONU Farhan Haq ha aseverado que se trata de una iniciativa que debe ser contemplada por los estados miembro, que «deben considerar todas las acciones posibles para revertir el golpe».
«Ese es nuestro objetivo, y queremos que todos los estados miembro se pongan de acuerdo en qué forma es la más efectiva para restaurar el sistema democrático y de gobernanza en el país», ha dicho.