Arrimadas asume «errores», pero denuncia una operación para acabar con Ciudadanos y sigue al frente
La presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas, ha asumido este lunes los «errores» que ha cometido su formación, sobre todo a raíz de no haber explicado bien la necesidad de la moción de censura en Murcia, pero ha subrayado que, frente a la operación que, a su juicio, se ha puesto en marcha para «acabar» con la formación naranja, ha querido dar «un paso al frente» y seguirá «firme» defendiendo su proyecto con la Ejecutiva renovada que se ha creado.
En una declaración sin preguntas rodeada de sus compañeros de la dirección, Arrimadas ha reconocido que no han sabido explicar suficientemente bien la «insostenible» situación que se vivía en la Región de Murcia y que les llevó a presentar una moción de censura contra el Gobierno de Fernando López Miras. Se han asumido responsabilidades y el resultado es que dos personas de su «absoluta confianza», Carlos Cuadrado y José María Espejo-Saavedra, han dado «un paso al lado».
«Somos muy buenos socios, pero muy malos cómplices», ha dicho, incidiendo en que Ciudadanos es «un partido incómodo» porque denuncia «la corrupción», venga de donde venga, y poniendo de manifiesto que se ha activado una «operación» para «acabar» con el que, a su juicio, es «el mejor proyecto para España» y que va a seguir liderando.
En su opinión, Ciudadanos es el único partido «limpio» de centro y sigue siendo necesario para evitar que los extremismos condicionen los gobiernos y para seguir tendiendo oyentes a uno y otro lado del tablero político.
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