Arrestado el expresidente de Filipinas Rodrigo Duterte por una orden del TPI por crímenes contra la humanidad


El exmandatario tilda de ilegal su detención tras ser trasladado a una base aérea después de su arresto en Manila

El expresidente de Filipinas Rodrigo Duterte ha sido arrestado este martes por la Policía en el Aeropuerto Internacional de Manila por orden del Tribunal Penal Internacional (TPI), en relación con un caso de crímenes contra la humanidad, según han confirmado las autoridades del país asiático.

El Palacio de Malacañang ha confirmado a través de un comunicado que Duterte ha llegado esta mañana, sobre las 9.20 horas (hora local), a Manila procedente de Hong Kong, después de que Interpol recibiera la copia oficial de la orden de arresto.

«El expresidente y su comitiva gozan de buena salud y han sido examinados por médicos del Gobierno, quienes aseguran que se encuentran en buenas condiciones. Actualmente está bajo custodia de las autoridades», reza el comunicado.

El propio Duterte ha tildado posteriormente de ilegal su detención, según un vídeo publicado por su hija, Veronica Duterte, a través de su cuenta en Instagram. «¿Cuál es la ley y cuál es el crimen que he cometido?», pregunta el expresidente en una conversación con el fiscal general, Anthony Fadullon, en la base aérea de Villamor, según el diario Philippine Daily Inquirer .

«Muéstremela, la base legal para que esté aquí. Aparentemente, me han traído aquí no por mi propia voluntad, sino por la de otro», ha agregado, tras lo que el ex secretario ejecutivo de Duterte, Salvador Madialdea, recuerda que el país no es ya un Estado miembro del TPI, dado que Manila se retiró durante el mandato del propio Duterte.

Posteriormente, la portavoz de las Fuerzas Armadas de Filipinas (AFP, según sus siglas en inglés), Francel Margareth Padilla, ha destacado que las AFP están preparadas para «reforzar los esfuerzos para mantener la seguridad nacional y la estabilidad siempre que sea necesario» y ha destacado que «se ciñen a la cadena de mando».

En este contexto, el subdirector para Asia de la organización no gubernamental Human Rights Watch (HRW), Bryony Lau, ha indicado que el arresto de Duterte «es un paso clave para la rendición de cuentas en Filipinas», según un comunicado publicado por la ONG a través de la red social X.

«Duterte hace frente a cargos por crímenes contra la humanidad en relación con miles de ejecuciones extrajudiciales durante su guerra contra las drogas entre 2011 y 2019. Su arresto podría acercar a la justicia a las víctimas y sus familias y envía el claro mensaje de que nadie está por encima de la ley», ha dicho, antes de pedir al Gobierno que le entregue «rápidamente» al TPI.

LA INVESTIGACIÓN CONTRA DUTERTE

El expresidente llegó al cargo en 2016 tras una campaña en la que hizo precisamente de esa «lucha contra las drogas» su bandera. Las autoridades del país reconocen alrededor de 6.000 muertos como consecuencia de las operaciones puestas en marcha, una cifra que podría ascender a los 30.000, tal y como alertan organizaciones humanitarias.

La investigación del TPI se basa en una denuncia presentada en 2018 por organizaciones no gubernamentales y familiares de víctimas de la «guerra contra las drogas» de Duterte. El propio expresidente retiró unilateralmente a Filipinas del TPI en 2019 en respuesta a las críticas de La Haya.

La Administración de Duterte trabajó para suspender las investigaciones del tribunal internacional en 2021 argumentando que las autoridades del país ya estaban llevando a cabo sus propias pesquisas y que, por lo tanto, el TPI no tenía jurisdicción sobre el caso, dado que era un asunto abierto a nivel nacional.

Sin embargo, el proceso de apelación en el TPI determinó en 2023 que la investigación podría retomarse después de rechazar las objeciones de Filipinas, mientras que el actual presidente, Ferdinand Marcos Jr., quien llegó al poder en 2022, afirmó que estaba dispuesto a cooperar con el TPI si pedía su arresto, si bien no ha reintegrado al país en el organismo.

Horas antes de su detención, Duterte se mostró dispuesto a «entregarse» al TPI por las supuestas violaciones de Derechos Humanos cometidas bajo su Administración en el marco de las controvertidas políticas implementadas para hacer frente al consumo y tráfico de drogas, en unas declaraciones realizadas durante una visita a Hong Kong.

«Si este es verdaderamente mi destino en esta vida, está bien, lo aceptaré. Pueden arrestarme y encarcelarme», aseveró. «¿Cuál es mi pecado? Hice todo lo que estuvo en mi mano para fomentar la paz, para que los filipinos vivan en paz», agregó, restando importancia a la cuestión de su posible arresto a su regreso al país.

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