Arranca este viernes el juicio al acusado de matar a su pareja y bebé en Liaño


Se celebrará con tribunal del jurado hasta el 19 de febrero en la Audiencia de Cantabria y se enfrenta a prisión permanente revisable

Este próximo viernes, 7 de febrero, comenzará en la Audiencia Provincial de Cantabria el juicio por el doble crimen de Liaño, contra un hombre acusado de asesinar a quien había sido su pareja y al bebé de ambos, de once meses de edad, y que se enfrenta a prisión permanente revisable que piden para él la Fiscalía, las acusaciones particulares -ejercidas por familiares de las víctimas- y la popular, a cargo del Gobierno regional.

Estos hechos, que sucedieron a mediados de diciembre de 2021 en el domicilio familiar, en la localidad cántabra de Liaño de Villaescusa, serán enjuiciados por un jurado popular en una vista que se desarrollará en la Sección Primera de la AP a lo largo de nueve sesiones, que comenzarán con la constitución del tribunal y concluirán el miércoles 19 con el veredicto.

En esta causa, que ha sido instruida por el titular del Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 1 de Santander, está procesado José R., de 46 años, por asesinar a su hasta entonces compañera sentimental, a la edad de 40, y a la hija en común, que tenía once meses. Es el único investigado por lo ocurrido, se encuentra en prisión provisional desde entonces y la defensa solicita su libre absolución.

DESARROLLO DEL JUICIO

El juicio arrancará el día 7 a las 9.30 horas con la constitución del tribunal de jueces legos y concluirá el 19 con su veredicto. Tras la formación del jurado, la vista oral continuará el lunes 10 a la misma hora con los informes previos, la audiencia del acusado y el interrogatorio de los siete primeros testigos; el martes 11, con el resto de las testificales propuestas por la fiscal; y el miércoles 12, con la práctica de la prueba testifical de las acusaciones particulares y popular y de la defensa.

Seguirá el jueves 13 con la pericial forense, la psicológica y la psiquiátrica, propuesta por la defensa; el viernes 14, con las periciales de la fiscal (biología criminalística, servicio de criminalística del Instituto de Toxicología y especialistas del grupo tecnológico de apoyo a la Guardia Civil).

El lunes 17 se practicarán las demás periciales y el martes 18 será el turno de las conclusiones definitivas e informes finales de las partes. La última jornada, el miércoles 19 de febrero, empezará a las 10.00 horas con las instrucción al jurado para la emisión del veredicto.

«SOCORRO, SOCORRO, MI HIJA»

Según las acusaciones, el sospechoso causó de forma «sorpresiva e inopinada» la muerte de su pareja y de su bebé, sin que ninguna de las dos «pudieran evitarlo», con golpes que realizó de manera «brutal y repetida», y empleando también un arma blanca (cuchillo) que no ha sido localizada.

En el momento del ataque, la mujer solicitó ayuda gritando «socorro, socorro, mi hija», según figuraba en el auto de hechos justiciables, en el que se ponía también de manifiesto la «animadversión» que el procesado había tenido siempre hacia su hija, a la que se refería con «insultos» y expresiones de «odio».

Tras la muerte de ambas, José R. colocó sobre los cuerpos unos palés de madera en el patio exterior de la casa donde ocurrió todo, el 16 de diciembre de 2021 (los forenses sitúan la data de la muerte entre las siete de la tarde y nueve de la noche), y donde fueron localizados al día siguiente por la Guardia Civil, alertada por familiares de la mujer, madre de otros dos hijos de una relación anterior y que no convivían con ella.

Tras el hallazgo de los cadáveres, el sospechoso se personó en dependencias policiales a requerimiento de las autoridades y quedó detenido. En ese momento, solo presentaba dos heridas autolíticas en la muñeca y cuatro pequeñas incisivas en el codo. Desde entonces se encuentra en la cárcel de forma preventiva. Primero estuvo en el centro penitenciario de El Dueso, en Santoña, y después y hasta ahora en el de Dueñas, en Palencia.

PRISIÓN PERMANTENTE REVISABLE

En cuanto a los delitos y penas, la fiscal solicita para él la máxima condena (prisión permanente revisable) por la muerte de la pequeña, 25 años de cárcel por el fallecimiento de la mujer y uno más por quebrantamiento de condena (orden de alejamiento que tenía sobre esta última y que habría roto hasta dos veces ese día).

El ministerio público considera los hechos constitutivos de dos delitos de asesinato (ambos con alevosía y uno de ellos con ensañamiento además) y en los que concurren las agravantes de parentesco, en ambos, y de discriminación por género en uno también,. Asimismo, entiende que es autor de un delito continuado de quebrantamiento de condena, con la agravante de reincidencia.

Las tres acusaciones particulares personadas en la causa, en representación de familiares de las dos víctimas, y la acción popular, ejercida por el Gobierno de Cantabria, también reclaman para José R. prisión permanente revisable por el asesinato del bebé y 25 años más de cárcel por el de la mujer.

TESTIGOS, TELÉFONOS MÓVILES Y ADN DEL SOSPECHOSO Y NO DE TERCEROS

Aunque se ha declarado inocente y ha negado su participación en los hechos, José R. es el único procesado por lo ocurrido. Varios testigos le situaron en el lugar en los momentos en los que presuntamente se cometieron.

Junto a ello, los datos de geolocalización de los teléfonos móviles del hombre y de la mujer también coinciden en tiempo y espacio, situándole igualmente en el escenario del doble crimen en el momento en el que presuntamente se cometió.

Y además, la información registrada en distintos repetidores y antenas de telefonía de la zona reflejan los desplazamientos posteriores del encausado, según los cuales permaneció toda la noche en la casa -en contra también de lo manifestado por él- y se fue en torno a las seis de la mañana del día siguiente.

Frente a todo ello, los investigadores no han encontrado ADN de otras personas en el lugar de los hechos, por lo que descartan la participación de terceros en estas muertes.

Así, en la casa familiar solo hallaron restos genéticos de madre e hija y del propio sospechoso, incluso en la mantita de la pequeña, en la que apreció envuelto su cadáver.

ORDEN DE ALEJAMIENTO E INTERVENCIÓN DE LA GUARDIA CIVIL

A priori, ambos asesinatos se produjeron tras la intervención de dos guardias civiles por la llamada de la mujer ante la presencia del hombre en el domicilio, a pesar de que tenía orden de alejamiento -dictada por el Juzgado de lo Penal número 5 de Santander- y que habría quebrantado, hasta dos veces en un día.

Personados en el lugar, los agentes dejaron marchar al sospechoso y por este proceder la Benemérita abrió una investigación interna y un expediente -también a un sargento- que acabó en sanción a los tres efectivos implicados.

Posteriormente, la Audiencia Provincial de Cantabria rechazó que se imputara por un doble delito de homicidio por imprudencia profesional a los tres efectivos.

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