Argentina defiende el «logro histórico» que representa Mercosur y apunta a los «desafíos» futuros del bloque
El ministro de Exteriores de Argentina, Felipe Solá, ha defendido este lunes el «logro histórico» que representa Mercosur en el plano de la integración económica latinoamericana, entre otras áreas, al tiempo que ha reconocido que el bloque se enfrenta a una serie «desafíos» futuros.
«El bloque es un logro histórico en la región y uno de los hitos fundamentales de la integración económica latinoamericana», ha señalado en una tribuna publicada por Europa Press, antes de remarcar que Mercosur se enfoca en «superar la anterior lógica de rivalidad entre los países e instaurar una dinámica de cooperación».
Los países miembros de Mercosur, la quinta economía más grande del mundo, celebraron este viernes una cumbre para conmemorar el 30 aniversario del bloque. En este sentido, Solá ha repasado algunos de los logros que la asociación ha conseguido en sus treinta años de vida y ha aseverado que es conocido «por su gran potencial en materia de recursos naturales y alimentos». Por ejemplo, exporta el 63 por ciento de la soja del mundo y es el principal exportador mundial de carne vacuna, carne de pollo, maíz, café y hierro.
«Comenzamos en 1991 creando una zona de libre comercio para que nuestros bienes y servicios circulen sin restricciones y también un arancel externo común que permite administrar el intercambio con el resto del mundo», ha explicado, subrayando que «esto permitió que nuestro comercio mutuo creciera vigorosamente».
De forma paralela, ha aseverado que el bloque promovió un intercambio de productos con valor agregado entre los cuatro países socios que «permitió dinamizar actividades de exportación no tradicionales» y «creadoras de puestos de trabajo de alto valor agregado», como los biocombustibles, química y petroquímica, plásticos, productos farmacéuticos, siderurgia o automotriz.
«Así, mientras que Mercosur es un tradicional y reconocido exportador de productos primarios, mucho del comercio que se realiza entre los socios del bloque es de productos industrializados», ha añadido, ejemplificando sus palabras con el comercio automotor, que constituye casi un 50 por ciento del comercio global entre Argentina y Brasil.
Además, ha indicado que, si bien los objetivos «explícitos» de la fundación de Mercosur eran económicos y comerciales, el bloque tiene un papel «relevante» en la consolidación de la democracia y la eliminación de conflictos. «La paz es una condición necesaria para el desarrollo y la integración regional ha sido históricamente un instrumento clave para consolidar nuestra región como zona de paz y cooperación, sin conflictos bélicos», ha argumentado.
Asimismo, Solá ha trasladado que Mercosur trabaja en la «armonización de reglamentos técnicos» para que «brinden seguridad a la producción y a los consumidores sin impedir innecesariamente el comercio» y ha destacado que los ciudadanos de los países miembros pueden vivir en otro país del bloque y trabajar libremente «de manera fácil», algo que «no es común en el resto del mundo». Por otro lado, y en materia de salud pública, ha reiterado que la coordinación entre los países miembros «ha sido siempre importante», más en el contexto de la pandemia de COVID-19.
ACUERDOS COMERCIALES
Por otra parte, el ministro de Exteriores de Argentina ha recordado que, desde sus primeros años, Mercosur negoció y firmó acuerdos comerciales con la mayor parte de los países de la región latinoamericana, lo que, según ha subrayado, permite contar con un área de libre comercio que abarca la mayor parte de los países de América Latina.
También se han negociado acuerdos comerciales con la Unión Europea, la EFTA, Israel, Egipto, India y los países del sur de África, entre otros. «Mercosur no es un bloque cerrado al comercio exterior, sino una plataforma para que nuestros países se proyecten al resto del mundo», ha apostillado.
En este contexto, Solá también ha aludido al Fondo de Convergencia Estructural de Mercosur, mediante el cual se han movilizado más de 1.000 millones de dólares en préstamos no reembolsables para proyectos de infraestructura y desarrollo productivo, entre otros. Eso, según ha trasladado, ha permitido «incrementar la competitividad» de las economías de los países firmantes, en especial en las zonas menos desarrolladas de la región.
Por otro lado, el ministro de Exteriores argentino ha aludido que la cooperación en el marco de Mercosur se extiende a numerosos ámbitos y ha enumerado la cultura, a educación, la ciencia y la tecnología, la construcción de una ciudadanía común, la coordinación de políticas sociales y económicas. «Los ámbitos de trabajo conjunto en el bloque son múltiples y variados y se van modificando a medida que los cambios en el contexto internacional y en el de nuestros países así lo requieren», ha dicho.
DESAFÍOS POR DELANTE
Solá también se ha referido a los «desafíos» que el bloque tiene por delante y, en este contexto, ha señalado que la agenda estratégica de Mercosur obliga a trabajar para «definir políticas comunes y coordinadas de desarrollo productivo, para ampliar nuestra capacidad productiva de bienes y de servicios, generar economías de escala y de especialización, e insertarnos de manera más inteligente en las cadenas globales de valor y en las corrientes inversoras globales».
Asimismo, Mercosur puede jugar un rol en el escenario internacional. «Tanto en el G20 como en la Organización Mundial del Comercio (OMC), la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y otros organismos internacionales, la unión de nuestros países nos ayuda a defender nuestras posiciones en la agenda global», ha considerado.
«Ante un escenario mundial crecientemente complejo y fragmentado, es cada vez más relevante la coordinación de posiciones que Mercosur nos permite hacer», ha agregado.
Por último, Solá ha sostenido que la integración es «buscar acuerdos», aunque «respetando la diversidad» de los países e inspirados en «la voluntad política de querer integrarnos». Mercosur «impulsa un regionalismo solidario en materia política, económica y social porque sabemos que enfrentar las dificultades unidos nos hace más fuertes», ha reiterado, destacando que el bloque es el instrumento de política exterior «más relevante» de los últimos treinta años para estos países.
«En estos treinta años hemos logrado muchas coincidencias: el compromiso con la democracia como una condición fundamental para la vida de nuestros pueblos; el respeto por los derechos humanos como un valor esencial e irrenunciable para la convivencia; el reconocimiento de nuestra diversidad; la coordinación de nuestras políticas de crecimiento para integrar nuestras estructuras productivas», ha mencionado.
Por ello, dado que «el mundo se encuentra experimentando una reconfiguración de la estructura del poder mundial, junto con una crisis de las instituciones internacionales» experimentada durante los últimos setenta años, Solá ha zanjado que, frente a estos «desafíos e incertidumbres», no hay duda de que «la integración de nuestros países seguirá siendo el mejor camino para impulsar nuestro desarrollo, preservar nuestra soberanía, promover el bienestar de nuestros pueblos e integrarnos al mundo».