Aragonès se somete este viernes en el Parlament a una investidura encaminada a fracasar
Solo contará con los votos favorables de ERC y la CUP si no hay ningún cambio de última hora
BARCELONA, 25
El Parlament celebrará este viernes a las 10.00 horas el pleno de investidura con el republicano Pere Aragonès como candidato a la Presidencia, que previsiblemente no logrará ser investido como presidente de la Generalitat al tener garantizados solo los votos favorables de su propio partido y de la CUP, pero no los de Junts, que se abstendrán.
Si no hay ningún cambio de última hora, Aragonès obtendrá 42 votos favorables –los 33 de ERC y los 9 de la CUP–, los 32 diputados de Junts se abstendrán, mientras que el resto –PSC, Vox, comuns, Cs y PP–, que suman 61 escaños, votarán en contra, por lo que no llegará a la mayoría absoluta de 68 diputados necesaria para ser elegido en primera vuelta.
De esta manera, deberá someterse a una segunda vuelta en la que le bastará con mayoría simple para ser investido, es decir, obtener más votos a favor que en contra, pero que tampoco saldrá adelante si no logra un acuerdo con Junts en los próximos días.
Según la Ley de Presidencia y el reglamento del Parlament, la segunda vuelta debe celebrarse dos días después de la primera votación fallida, lo que situaría el segundo pleno en el domingo 28, pero la presidenta de la Cámara, Laura Borràs, estudia celebrarlo el martes 30 al entender que deben ser dos días hábiles, aunque en otras legislaturas ha habido plenos de investidura en fin de semana.
NEGOCIACIÓN SIN ÉXITO
Tras la ronda de consultas con los grupos parlamentarios, Borràs propuso el miércoles a Aragonès como candidato a la investidura, pese a no tener los votos necesarios para garantizar su elección.
Después de 40 días desde las elecciones del 14 de febrero, ERC y Junts no han logrado desencallar sus negociaciones para investir al candidato republicano y formar un nuevo Govern, y la dirección de Junts ha optado por que sus diputados se abstengan.
Uno de los principales escollos para llegar a este acuerdo está qué papel debe tener el Consell per la República: Junts quiere que este órgano, presidido por Carles Puigdemont, tenga más peso y sea el espacio de coordinación de la estrategia independentista, pero ERC lo rechaza, aunque en los últimos días se ha abierto a reformularlo para integrar a los principales actores del independentismo –ERC, Junts, la CUP, ANC y Òmnium– y que todas las partes se sientan «cómodas».
Sin embargo, en las últimas horas no han trascendido reuniones entre las dos formaciones, de manera que no se ha superado este escollo y todavía deberían alcanzar un acuerdo sobre el programa del nuevo Ejecutivo y la estructura y los cargos del Govern.
ACUERDO CON LA CUP
Con quien sí ha logrado pactar ERC es con la CUP, a quien los republicanos priorizaron desde el primer momento en las negociaciones por delante de Junts: ERC decidió reunirse con los cupaires antes de que con Junts, lo que cambiaba la dinámica de que el socio prioritario era siempre la formación de Carles Puigdemont, y la negociación ha avanzado más rápido con ellos.
El acuerdo alcanzado entre ambos partidos da dos años de margen a la mesa de diálogo, sitúa el 2023 para evaluar si está funcionando o si el independentismo debe apostar por un nuevo «embate» con el Estado, que preferentemente sería un referéndum, y aboga por crear una mesa de coordinación estratégica independentista, en la que el Consell per la República quedaría subordinado.
Además, incluye cuestiones programáticas, como la creación de una banca pública, una energética pública, un plan piloto sobre una renta básica universal, profundizar la regulación sobre el alquiler y suspender el uso de proyectiles de foam de los Mossos d Esquadra hasta que se publiquen sus protocolos, entre otras cuestiones.
Asimismo, plantean dar estabilidad a la legislatura: la CUP se compromete a que, si se cumplen todos los acuerdos, facilitará la estabilidad y negociaría unos Presupuestos, y Aragonès en 2023 se sometería a una cuestión de confianza.
Las bases de la CUP han aprobado este acuerdo con el 59% del voto y por eso sus 9 diputados votarán a favor, aunque la portavoz de la formación en el Parlament, Eulàlia Reguant, ha advertido de que no es suficiente y que es un punto de partida para iniciar la legislatura que deberá respetarse en un eventual pacto entre ERC y Junts.
DESARROLLO DEL PLENO
El pleno comenzará a las 10.00 horas con el discurso de Aragonès, que presentará sin limite de tiempo su programa de gobierno, y después habrá un receso que podría llegar a ser de media hora.
Posteriormente, los grupos intervendrán de mayor a menor representación, pero dejando el partido de Aragonès (ERC) para el final, y tendrán todos un límite de 30 minutos.
El candidato republicano podrá contestar a los grupos individualmente o de manera conjunta sin límite de tiempo, lo que abrirá un turno de réplica, y después de las intervenciones se realizará la votación, que se hará en voz alta diciendo sí , no o abstención .
Como ocurrió en el pleno de constitución de la legislatura, esta sesión también se celebrará en el Auditorio del Parlament para garantizar las medidas sanitarias ante la pandemia y para que todos los diputados puedan estar presentes, pero en esta ocasión se ha habilitado una primera fila para los miembros del Govern en funciones.
VOTO DE LLUÍS PUIG
Una de las incógnitas del pleno es si el diputado de Junts Lluís Puig, que reside en Bélgica, podrá votar, ya que ha pedido delegar su voto y la presidenta de la Cámara, Laura Borràs, lo ha admitido sin haber celebrado una Mesa, lo que ha motivado que el PSC haya presentado una petición de reconsideración.
Por eso, antes del pleno se reunirá la Mesa y la Junta de Portavoces para decidir sobre esta reconsideración y se dará la situación que el secretario cuarto del órgano, Ruben Wagensberg (ERC), se ausentará y seguirá la sesión telemáticamente al estar confinado, mientras que el secretario tercero, Pau Juvillà (CUP), ya podrá asistir presencialmente tras haber estado aislado hasta este jueves.