Aragonés saluda a Sánchez a las puertas del Palau de la Generalitat tras ser recibido por Trapero en la plaza
BARCELONA, 15
El presidente de la Generalitat, Pere Aragonés, ha recibido este miércoles a las puertas del Palau de la Generalitat, ya en el interior, al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para reiniciar la mesa de diálogo con la que sus respectivos Gobiernos intentarán buscar una solución al denominado conflicto catalán.
Previamente, a su llegada a la Plaza de Sant Jaume en la que se encuentra la sede de la Generalitat, Sánchez ha sido recibido con honores por el major de los Mossos d Esquadra, Josep Lluís Trapero.
De este modo, Aragonés estaba ya esperándole en el interior del Palacio, donde se han saludado con el gesto de la mano en el pecho, y han pasado revista a la guardia de gala de los Mossos d Esquadra en el Patio de los Carruajes. Tras ello, han mantenido una breve charla durante unos minutos y han posado ante los fotógrafos.
El presidente del Gobierno ha llegado al Palacio Generalitat a las 15.00 horas para reiniciar junto al presidente catalán la mesa de diálogo que lleva más de un año en suspenso, tras el primer intento fallido que hubo de impulsar este instrumento en febrero de 2020.
La primera cita de esta jornada es una reunión a solas entre ambos, y posteriormente está previsto que presidan las respectivas delegaciones, aunque su intención es participar en el arranque de la mesa, informar de las conclusiones de su reunión, y dejar después que sigan trabajando los equipos, ya sin su presencia.
Por parte del Gobierno, además de Sánchez, asisten a la mesa el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, encargado de coordinar los trabajos; la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz; la portavoz y ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez, y el de Cultura, Miquel Iceta, mientras que la delegación catalana está compuesta por Aragonès y los consellers Laura Vilagrà y Roger Torrent, después de que el presidente catalán dejara fuera a Junts de la mesa al rechazar su propuesta de nombres.
El Gobierno acude este encuentro con optimismo, convencido de que puede servir para avanzar en su estrategia de «reencuentro», y resta importancia al enfrentamiento que protagonizan los socios del Govern, que ha llevado a Aragonés a sacar a Junts de la mesa de diálogo.
Para el Gobierno, la mesa sigue teniendo plena legitimidad, dado que en ella estará el propio presidente catalán y ERC, el partido con el que idearon este instrumento a cambio de su apoyo a la investidura de Sánchez en enero de 2020, y cuya alianza han reforzado desde entonces.
Aún así, este segundo intento de impulsar la mesa de diálogo no llega en las mejores condiciones, ya que el Govern vive su mayor disputa interna desde su conformación en mayo de este año, tras la decisión de Aragonés de excluir a Junts por el empeño del partido de Carles Puigdent de sentar a la mesa a personas ajenas al Ejecutivo, entre ellos, a dos de los condenados por el procés que fueron después indultados.