Arabia Saudí se une a EEUU y pide al Consejo de Seguridad de la ONU que prorrogue el embargo de armas a Irán
El Gobierno de Arabia Saudí se ha sumado este miércoles a Estados Unidos y ha pedido al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que prorrogue el embargo de armas a Irán, que expirará en octubre, en medio de las críticas de Teherán a la ofensiva diplomática desde Washington.
El Consejo de Ministros saudí ha celebrado durante la jornada una videoconferencia en la que ha incidido en que la comunidad internacional «debe adoptar una postura firme» ante la «agenda expansionista» de Irán, al tiempo que ha resaltado que el país «amenaza la estabilidad y la seguridad en la región».
Así, ha señalado que es necesario «abordar con seriedad» los programas nuclear y balístico de Irán y ha denunciado «las amenazas que suponen el comportamiento hostil» por parte de Teherán, según ha informado el diario Saudi Gazette .
Por último, ha aplaudido que el Consejo de Seguridad de la ONU denunciara los ataques por parte de los huthis –respaldados por Irán– contra territorio saudí desde Yemen, en el marco de una guerra en la que Riad encabeza una coalición que apoya al presidente reconocido internacionalmente, Abdo Rabbu Mansur Hadi.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, pidió el 30 de junio ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que se «haga rendir cuentas» a Irán y se apruebe una prórroga del embargo de armas aplicado al país, antes de sostener que el país «está violando el embargo de armas incluso antes de su fecha de expiración».
«Desde Israel hasta el Golfo (Pérsico), los países de Oriente Próximo, los más expuestos a la depredación de Irán, están hablando con una sola voz: Extiendan el embargo de armas. Este Consejo tiene la responsabilidad de escucharles», arguyó.
En respuesta, el ministro de Exteriores de Irán, Mohamad Yavad Zarif, reclamó al citado organismo que no ceda ante las presiones de Estados Unidos y manifestó que una votación a favor de este punto supondría caer «en la ley de la selva».
«Tras cesar de forma oficial y explícita su participación en el acuerdo nuclear (de 2015) y tras haber violado todas sus obligaciones bajo el mismo y la resolución 2231, Estados Unidos no puede arrogarse ningún derecho bajo la misma», resaltó.
Zarif argumentó que «el calendario para la retirada de las restricciones sobre las armas incluida en la resolución 2231 es una parte inseparable del compromiso duramente obtenido para que los participantes en el acuerdo nuclear acordaran el paquete total del mismo y de la resolución 2231».
Por ello, recordó que «la resolución reclama de forma explícita la aplicación total del calendario » y zanjó que «cualquier intento de cambiar o enmendar el calendario acordado equivale a socavar la resolución 2231 en su totalidad».