Angrois.- En Marea revela que Fomento solo tardó una hora en autorizar la puesta en servicio de la línea

La directora de BelgoRail subraya que «no debe» ponerse en servicio una línea sin el análisis independiente del que aún carece la curva

El área coordinadora de Seguridad Ferroviaria de la Dirección General de Infraestructuras del Ministerio de Fomento solo empleó una hora en 2011 en recibir la documentación definitiva de la línea Orense-Santiago –en la que se produjo el accidente en el barrio compostelano de Angrois–, en revisarla y en autorizar su puesta en marcha.

Así lo ha desvelado la portavoz de En Marea en la comisión del Congreso que investiga el siniestro de 2013, Alexandra Fernández, quien ha exhibido dos correos electrónicos en los que se prueba que la luz verde definitiva a la puesta en servicio de la línea llegó en una hora.

Lo ha hecho ante el exjefe de la citada área coordinadora de Seguridad Ferroviaria Eduardo Santiago, que estaba compareciendo ante la comisión y defendía que habían utilizado 48 horas, coincidiendo con el testimonio que ofreció en su día el entonces coordinador del Transporte Ferroviario en la Dirección General de Ferrocarriles, José Luis González.

En los documentos, a los que ha tenido acceso Europa Press, se refleja que la hora de entrada de la solicitud de puesta en servicio de la línea fue las 12.09 horas del 9 de diciembre de 2011, y la respuesta con la autorización para la misma se produjo a las 13.26 horas del mismo día.

DICE QUE ANALIZARON PREVIAMENTE «PUNTO POR PUNTO»

En el primero de los correos se indica que la documentación había sido enviada a la Dirección de Infraestructuras previamente entre los días 30 de noviembre y 1 de diciembre, pero Santiago ha asegurado que antes de que se enviase la información necesaria para la puesta en servicio, esta ya se había revisado «punto por punto durante un tiempo amplio».

Eso sí, el compareciente ha reconocido que no se acuerda de cómo se hizo esa revisión previa, pero ha aseverado que sabe que estuvieron trabajando en ella. «No tengo información concreta de mis trabajos de hace 12 años», ha defendido.

Fernández preguntaba a Santiago por la comparecencia de González, también dependiente del Ministerio de Fomento encabezado en aquella época por José Blanco, quien sostuvo en la Cámara Baja que habían empleado 48 horas para revisar la documentación.

«Como explicó el señor González, previamente a la entrega de documentación formal, habíamos ido revisando punto por punto toda la información que nos iban a entregar. La habíamos analizado durante un tiempo amplio», ha explicado, y, al ser preguntado sobre si el visto bueno se dio en 48 horas, ha afirmado que sí y que comprobaron que la información era «igual» que la que ya les habían entregado.

CONTRADICE LAS 48 HORAS QUE DEFENDÍAN

Es en ese momento cuando la parlamentaria de En Marea ha mostrado los correos que evidencian que la autorización se produjo en una hora. «Los documentos ya estaban. Los certificados finales ya estaban analizado», ha insistido el compareciente, quien ha añadido que no recuerda cómo se hizo el proceso previo para recabar la información.

La carta se la remitió el entonces presidente de Adif, Antonio González, al que era director general de Infraestructuras Ferroviarias, Carlos Juárez. Precisamente, a este último le ha señalado Santiago como una de las personas que podría proporcionar «información adicional» a la comisión en relación a los correos que se intercambiaron Adif y Fomento para el análisis previo al que se ha referido el compareciente.

«Si quiere información adicional, pídansela a mi entidad, a la Agencia Estatal de Seguridad Ferroviaria», ha dicho, y ha afirmado que él no se ha venido preparado con la documentación porque no ha tenido «referencia» de qué le iban a preguntar.

En relación a la ausencia del informe de un evaluador independiente en el enclavamiento de Santiago, el compareciente ha apuntado que desconoce qué documentación había entre la remitida por Adif porque no tiene el expediente «en la cabeza» después de «cinco años».

CERTIFICACIÓN INDEPENDIENTE DE LOS RIESGOS

Esta tarde ha comparecido también en la comisión la directora de BelgoRail –una de las dos entidades de certificación ferroviaria que trabajan en España–, Marta Carvajal, quien ha subrayado que «no debe» otorgarse la puesta en servicio de una línea ferroviaria sin la certificación de un organismo independiente.

El enclavamiento de Santiago, cinco años después del siniestro, continúa sin el correspondiente informe de un evaluador independiente de seguridad (ISA, por sus siglas en inglés), algo que según ha señalado Carvajal exige la normativa CENELEC (Comité Europeo de Normalización Electrónica) en el sistema de señalización.

Sin embargo, ha rechazado valorar si el riesgo de la curva de A Grandeira, en la que se produjo el accidente, era «aceptable», porque su empresa no realizó certificación alguna en la línea y no ha tenido acceso a ningún análisis de riesgo. Del mismo modo, ha rehusado evaluar si el cambio en el proyecto inicial, por el que se quedó sin el subsistema de seguridad de Gestión de Tráfico Ferroviario Europeo (ERTMS) el tramo de entrada a Santiago, era significativo.

Carvajal ha hecho hincapié en que los expertos del propio proyecto deben decidir ante cualquier modificación si el cambio introducido es significativo y que, en caso de que lo sea, es entonces cuando entran los evaluadores independientes de seguridad.

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