Ander Gil cree que becar a rentas altas es un «ataque desalmado» contra los desfavorecidos y aboga por la equidad

El presidente del Senado, Ander Gil, ha tildado este jueves de «ataque desalmado» contra los desfavorecidos destinar becas a rentas altas, al tiempo que ha abogado por la equidad en el campo de la educación para lograr la «excelencia» educativa.

En un discurso pronunciado en la segunda jornada Senado-UNED con motivo de la conmemoración del 50º aniversario de la creación de la universidad, Gil ha agregado que becar a rentas altas «supone retorcer y violentar» el significado de la política pública de redistribución de rentas. También un «retroceso» en las políticas de equidad, que son las que «deben regir» la educación pública, en una alusión velada a las becas a las rentas altas de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.

En su intervención, el presidente de la Cámara Alta ha contrapuesto los dos modelos políticos para afrontar el desafío de la educación, el de los que «quieren recortar lo público para favorecer a lo privado» y el que «defiende la mejora de la educación en su conjunto».

Los primeros «atacan la igualdad de oportunidades detrayendo ayudas a quienes lo necesitan para dárselas a quienes no las necesitan», mientras que los segundos defienden «el aumento» de los recursos para la educación «en su conjunto, el incremento de las becas y, en definitiva, el fortalecimiento de la universidad pública».

«Quienes pregonan que la democratización del acceso a la educación de calidad iguala en la mediocridad, mienten», ha señalado Gil, subrayando que «el único interés» de estas personas es «mantener el statu quo de una minoría privilegiada».

LA EQUIDAD, NECESARIA PARA ASPIRAR A LA EXCELENCIA

Por ello, ha hecho una defensa de la equidad, una condición necesaria para «aspirar a la excelencia» educativa, «permitiendo que todos sean protagonistas, cuenten y puedan llegar a donde aspiren llegar». «La excelencia educativa, o su búsqueda, no debe ser privilegio de unos pocos», ha insistido, aunque ha reconocido la existencia de «tensiones» entre equidad y excelencia educativa.

Pero, a juicio del presidente del Senado, la equidad, «en ningún caso, se contrapone ni limita el acceso a la excelencia de nadie». En esta línea, ha hecho hincapié en que la universidad no puede ser un espacio «para la reproducción» de desigualdades ni para «consolidar ni legitimar los privilegios de una cultura hegemónica». «No puede lanzar el mensaje de que la cuna y el lugar de nacimiento marcan la diferencia», ha agregado.

Así, ha advertido de que los que defienden una educación «elitista y desigual» defienden «la mala educación, la de quien no miera a sus iguales como tales, la de la incomprensión y la del sálvese quien pueda». «Sólo puedo concluir que la educación de calidad y el contexto de equidad son dos caras de la misma moneda», ha remachado.