Amyts pide medidas «para que no muera la Atención Primaria», que no puede ejercer con más de 70 pacientes al día
El sindicato médico Amyts, que suspendió la huelga indefinida de médicos de Atención Primaria iniciada el pasado 10 de marzo por el adelanto electoral, ha celebrado este martes un acto en el parque del Retiro para «hacer de nuevo una llamada de ayuda, de socorro, pidiendo al Gobierno de la Comunidad de Madrid, el que sea, que ponga inmediatamente medidas para que no muera la atención primaria».
Así lo ha manifestado en declaraciones a los medios la delegada de Atención Primaria de Amyts y miembro del comité ejecutivo, Ana Jiménez, quien ha defendido que «una Atención Primaria de calidad supone una mejora en la salud de la población increíble». «Y ahora mismo no podemos ejercerla», ha proseguido, para señalar que los médicos de este nivel asistencial «están tomando ansiolíticos para poder pasar consultas de más de 70 pacientes al día; así ni el paciente está bien ni el profesional está bien, y por eso se van».
«En estos momentos la Atención Primaria se encuentra tan mal, faltan tantos médicos, que estamos volviendo a un modelo como el de hace más de 30 años, que era el modelo de cupo, en el que el médico apenas tenía un minuto por paciente y apenas le daba tiempo nada más que para hacerle recetas o darle un volante o darle la baja», ha indicado Jiménez, para reivindicar «tiempo para explorar, para diagnosticar, para atender» a los pacientes y hacerlo «adecuadamente», y poder ejercer el modelo de atención primaria para el que han estudiado durante 11 años, según ha señalado.
La representante de Amyts ha precisado que hay 400 plazas de médicos de familia sin cubrir y 200 plazas de pediatras, y ha agregado que previamente partían de una situación en la que ya era necesario incrementar el número de efectivos en al menos otros 400 médicos de familia y otros 150 pediatras, de manera que «la situación es crítica».
En este sentido, ha afirmado que «ya las consultas estaban al borde de la masificación y el Covid ha sido la puntilla», y han sentido que morían.