(AMP) Santander vio que comprar Popular era inviable y optó por esperar a su resolución, aunque no la deseaba
Asegura que no se encontró «ninguna joya en el cajón» y defiende el proceso como «dramático» aunque «lógico en términos económicos»
El Banco Santander comprobó que no era posible afrontar la compra del Banco Popular en una operación concertada entre ambas entidades y optó por esperar a su resolución, aunque asegura que este extremo «no era deseable ni deseado».
«El deterioro del banco (Popular) y las dudas sobre el éxito de una operación privada nos llevaron a contemplar la posibilidad de una solución distinta. Si la operación privada no es posible, a lo mejor es posible una solución distinta en el marco de resolución de bancos», ha afirmado el vicepresidente del Santander y actual presidente del Popular, Rodrigo Echenique.
En todo caso, ha asegurado que no era ése el «objetivo» del Santander. «Nosotros teníamos otro objetivo. Es una solución pésima. Es dramático que un banco con 140.000 millones en activos se encuentre en proceso de resolución en Europa», ha dicho en el Congreso, durante su comparecencia ante la comisión que investiga la crisis.
Echenique ha señalado que esta opción podía tener «consecuencias devastadoras en España», teniendo en cuenta además que no existían precedentes de un proceso similar. En todo caso, ha dicho que estaba «amparado» por la normativa europea y española, «ajustado a la ley» y «lógico en términos económicos».
En este sentido, ha dicho que considera «muy difícil que se desvirtúe» el proceso de resolución, pues ha subrayado que «está perfectamente hecho», y ha recalcado un antecedente en Chipre, donde el Tribunal de Justicia de la Unión Europea «ha confirmado la legalidad de un proceso similar» en un banco de este país.
La posibilidad de comprar el Popular se produjo apenas un mes antes, ha explicado Echenique, cuando el Santander fue invitado, junto a otros competidores, a un proceso privado de adquisición que la entidad entonces presidida por Emilio Saracho «esperaba cerrar con mucha rapidez».
El Santander recibió el 5 de mayo esta invitación y el 18 de mayo comunicaron por escrito «categóricamente» que no podían presentar una oferta en el marco de este tipo de operación. «Hasta esa fecha, no hicimos ninguna oferta», ha asegurado, a pesar de las «ventajas estratégicas evidentes» de una potencial adquisición.
«NO PODÍA SEGUIR FUNCIONANDO NI UN DÍA MÁS»
Echenique ha asegurado ante la comisión que el Popular «no podía seguir funcionando ni un día más» sin una asistencia que garantizara liquidez a la entidad. «Nos dimos cuenta tan pronto tomamos control del banco», ha dicho.
Hasta su resolución, había perdido unos 20.000 millones de euros en sus depósitos, repartidos, según ha dicho, de forma muy similar entre los diferentes clientes del banco. Así, unos 5.000 millones correspondían a instituciones públicas, 6.000 millones a particulares, 5.000 millones de empresas y el resto de banca corporativa.
En todo caso, ha afirmado discrepar con la afirmación de su predecesor, Emilio Saracho, de que «el banco estaba condenado». «Faltaba una coletilla. No estaba necesariamente condenado. Estaba condenado si no se hacía nada», ha dicho, señalando que, con una operación privada «tenía perfectamente salvación». «Necesitaba algo para salir adelante. Lo intentaron», ha apostillado.
Durante su comparecencia, Echenique ha justificado que el día de su resolución «el banco no valía nada». «Lo que podíamos poner era un euro», ha recalcado. «No nos hemos encontrado ninguna joya en el cajón, hemos encontrado lo que esperábamos encontrar, un banco en una situación severa y crítica», ha abundado.
DESCARTA «CATEGÓRICAMENTE» OTRO CASO POPULAR
Por otro lado, ha rechazado «categóricamente» que pudiera volver a repetirse la caída de otro banco como ha ocurrido con el Popular en la actualidad, pues cree que «ahora el supervisor cuenta con muchas más armas e información» y «vigila constantemente» los indicadores de las entidades financieras.
Asimismo, ha destacado la influencia de la gestión en estas entidades, ya que identifica ahí el principal problema que tuvieron las cajas de ahorro, ya que aquellas que estaban «bien gestionadas», ha argumentado, salieron «adelante». «Igual que los bancos. Lo importante es la gestión», ha rubricado.
Esta reflexión se produjo a raíz de una pregunta del portavoz de Presupuestos del PSOE, Javier Lasarte, quien ha planteado si «en los próximos meses» podría producirse un caso «similar». «Espero que no haga ninguna alarma en este país las próximas ocho horas. Menos mal que están cerrados los bancos», ha criticado la presidenta de la comisión, Ana Oramas.
La diputada de Coalición Canaria ha llegado a solicitar al diputado que «reformulara» esta pregunta o que, al menos, «la explicara un poco». «¡Las alarmas las darán las respuestas, no las preguntas!», ha contestado Lasarte, quien ha accedido a la petición de la presidenta, desarrollando de nuevo la pregunta, en términos, eso sí, muy similares.