AMP- Sandro Rosell espera que se den pasos contra la «corrupción» del Estado ahora que Sánchez ha probado esa «medicina»


Culpa a la juez Carmen Lamela del Supremo, a la que llama «inútil o corrupta» y contra la que se querelló para saber quién lo ordenó

El expresidente del Fútbol Club Barcelona Sandro Rosell ha pedido este jueves a la comisión del Congreso que investiga la Operación Cataluña , de la que se considera víctima, que se tomen medidas para atajar la «corrupción» que, a su juicio, afecta a una «parte del Estado» y confía en que se puedan dar pasos en ese sentido ahora que el propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha probado esa «medicina».

Así lo ha dicho en su primera intervención ante el órgano parlamentario que investiga las maniobras contra el independentismo que se atribuyen a las «cloacas del Estado» durante la etapa del Gobierno de Mariano Rajoy.

Rosell, que ha preferido intervenir en castellano incluso cuando Junts le hablaba en catalán, ha relatado que, junto con su socio Joan Besolí, pasaron 22 meses en prisión provisional acusados de conformar una estructura estable con la que habrían lavado cerca de 20 millones de euros, y acabaron absueltos por la Audiencia Nacional de los delitos de blanqueo de capitales.

Según ha explicado, nunca ha militado en ningún partido, pero su padre fue uno de los fundadores de Convergència Democràtica, el partido de Jordi Pujol, y cree que, cuando accedió a la Presidencia del Barça, eso le debió de poner en el punto de mira de esas cloacas de la Policía que alimentaron la Operación Cataluña .

El modus operandi de esas cloacas policiales, ha añadido, era «inventarse una acusación» y enviarsela a sí mismos para empezar a investigar alegando que les llegaba por «fuentes abiertas».

USO «ASQUEROSO» DE HACIENDA CONTRA EL ADVERSARIO

Las actuaciones contra él, ha indicado, comenzaron con inspecciones de Hacienda, por primera vez tras 30 años en el mundo empresarial. Asegura haber sufrido 75 actuaciones de Hacienda, incluidas inspecciones, «récord de España», y todo ello porque «lamentablemente el Ministerio de Hacienda usa investigaciones prospectivas para atacar a personas», algo que considera «asqueroso». En este punto, ha llegado a decir que uno de los inspectores que le investigó, ya jubilado, le reconoció que le habían «ordenado» ir contra él.

«Ayúdenme, por favor, porque no podemos usar Hacienda como un arma de destrucción hacia las personas como está pasando en este país. No sólo conmigo, con muchísima gente –ha rogado–. ¿Pero qué pasa? La gente se acojona, paga y se va».

El compareciente ha querido dejar claro que durante su «cruzada en el desierto» se ha encontrado con jueces «superhonestos» y «justos» que le dieron la razón, en contra de lo que sostenía la jueza Carmen Lamela, instructora de la causa por la que, según ha denunciado, batió el «récord de estancia en prisión preventiva por causas económicas privadas».

«Tuve la mala suerte de tener una juez que era corrupta o inútil», ha dicho, recordando que Lamela fue la que «casualmente» también «llevó a la cárcel» a los jordis o a otros encausados por en el marco del proceso independentista catalán.

SÓLO ES UN 10% DEL SISTEMA

«Le pedimos la libertad doce veces, con pruebas de inocencia, pero no nos hizo ni caso y nosotros enseguida empezamos a pensar que habíamos caído en esa parte pequeña de la corrupción del Estado», ha comentado, recalcando que él cree que la corrupción sólo afecta a entre un 7 y un 10% del sistema y va aumentando conforme se va subiendo en el escalafón.

Rosell ha recordado que después de esas instrucciones Lamela promocionó para ser magistrada del Tribunal Supremo, «adelantando a 40 o 50 jueces» y pese a que ella no cumplía todos los criterios requeridos para ese puesto.

Según ha dicho, le gustaría saber «quién la promocionó y a cambio de qué» y que Lamela pudiera comparecer ante la comisión de investigación para que los diputados pudieran indagar el asunto. «Pero ha dicho que aquí no pueden venir jueces, cuando yo pensaba que todos éramos iguales ante la ley», ha soltado.

Tras salir de prisión, el expresidente del Barcelona se querelló contra la juez, porque considera que es una «manzana podrida» a la que hay que «sacar del sistema». «Y me querellé contra esa mujer porque era la única manera de tirar del hilo y saber quién le había ordenado a ella hacer lo que hizo con nosotros, para saber quién está detrás de todo», ha añadido.

¿QUIZÁ POR COLABORAR CON EL INDEPENDENTISMO?

Y es que sigue sin saber los motivos por los que fue objeto de esa persecución que denuncia: «Quizá cometí tres pecados, si queremos llamarlo así, que no gustaron a alguien. Uno fue que decidí poner las cuatro barras en la segunda equipación del Barça; la segunda fue autorizar que pasara la vía catalana por el Camp Nou, y la tercera fue ceder el Camp Nou para hacer el Concierto de la Libertad», ha relatado.

En todo caso, cree tener una idea de «quién está detrás, quién apretó el botón rojo», pero no lo dice porque no tiene pruebas para demostrarlo. En todo caso, ha pedido a los comisionados que «tiren del hilo» y les ayuden a saber qué pasó con él y con su socios, y ha dejado claro que va a seguir «hasta el final» para conseguir saber «quién apretó el botón rojo» de su causa.

«Me parece terrible lo que nos hicieron a nosotros y a muchas otras personas también. Me parece terrible que en un país democrático como se supone que es España, tengamos una parte del Estado corrupta», ha lamentado.

«Tengo mucha esperanza en que ustedes, como representantes del pueblo español, se pondrán manos a la obra para solucionar, aunque sea algo, porque no puede ser que en este país pasen las cosas que nos han pasado a nosotros y a tanta gente como Xavier Trías, Artur Mas, la gente de la Banca Privada de Andorra (BPA)», ha indicado.

A su juicio, el hecho de que hasta el presidente del Gobierno haya probado esa «medicina» puede «ayudar» a que se tomen medidas para atajar la «corrupción» de la que él fue víctima. Ha avisado de que ahora son víctimas de esa «parte del Estado corrupta» Sánchez, y el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, pero también podría serlo Alberto Núñez Feijóo si estuviera en el Gobierno o «cualquier persona».

Rosell ha establecido paralelismos entre la «persecución» a él y su socio y la que, en función de lo que lee en los periódicos, cree que sufre el jefe del Ejecutivo. «Es lo que parece desde fuera, pero me falta información», ha admitido. Eso sí, ha mencionado que detrás de algunas de las causas contra el entorno de Sánchez está Manos Limpias, la misma organización que inició el caso Neymar .

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