Amnistía pide a los talibán que investiguen el paradero de la directora de la cárcel de mujeres de Herat
Amnistía Internacional (AI) ha pedido al movimiento talibán que investigue el paradero de la directora de la cárcel para mujeres de la ciudad afgana de Herat, Alia Azizi, desaparecida desde octubre del año pasado, y que liberen a la funcionaria si se demuestra que está bajo su custodia, como sospechan algunas activistas afganas.
La última vez que se supo de Azizi, perteneciente a la minoría hazara, fue el 2 de octubre de 2021. Ese día no regresó a su domicilio después de trabajar. Pese a las diversas peticiones que su familia ha realizado a los talibán para que se investigue el caso, un velo de secreto sigue cubriendo su desaparición.
El investigador de Amnistía Internacional sobre Asia Meridional, Zaman Sultani, entiende que la situación de Azizi parece tratarse de «un secuestro ocurrido en el contexto de las detenciones ilegales por parte de los talibán de miembros del Gobierno anterior, periodistas, y personas críticas en todo el país».
Los talibán no han iniciado ningún tipo de pesquisa y se han limitado a decir a la familia que ellos no tienen nada que ver con la desaparición de Azizi. Desde entonces, el teléfono de Azizi ha estado desconectado. Su última comunicación fue con el director talibán de la prisión de Herat.
«Como autoridades del país, los talibán deben adoptar inmediatamente medidas para llevar a cabo investigaciones exhaustivas, imparciales e independientes sobre este y otros casos de desaparición forzada, ofrecer respuestas a las familias cuyos seres queridos están en paradero desconocido, y hacer rendir cuentas a quienes estén entre sus filas en todo el país y hayan cometido crímenes de derecho Internacional y otras violaciones graves de Derechos Humanos», ha sostenido Sultani.
El pasado fin de semana, los talibán trataron de acallar las protestas de mujeres en la capital del país, Kabul, que pedían la liberación de Azizi. Para dispersar a las manifestantes, los talibán emplearon pistolas eléctricas y gases lacrimógenos, según la ONG Human Rights Watch.
Amnistía Internacional se puso en contacto con los talibán el 19 de enero para pedirles información. Pese a que el movimiento islamista se comprometió en principio a investigar los casos con las autoridades pertinentes y volver a contactar con la ONG, «no han proporcionado hasta ahora ninguna respuesta», lamenta Amnistía.