Amnistía denuncia que el Gobierno de Nigeria no protege a los niños, 7 años después del secuestro de 300 niñas
Más de 600 escuelas están cerradas por temor a secuestros, mientras que las autoridades siguen sin proteger los centros educativos, alerta la ONG
Después de siete años desde el secuestro de casi 300 niñas en la escuela de Chibok, el Gobierno de Nigeria «sigue sin proteger las escuelas de los ataques de insurgentes y otros grupos armados», por lo que decenas de miles de niños no están recibiendo educación, denuncia Amnistía Internacional.
Este miércoles se cumplen siete años desde el secuestro por el grupo armado Boko Haram que sacudió al mundo y levantó olas de indignación pidiendo la liberación de las niñas. La mayoría de las niñas escaparon o fueron liberadas después, pero más de un centenar permanecen cautivas.
Aunque este secuestro fue especialmente mediático, en Nigeria ha habido más secuestros masivos de escolares donde cientos de niños y niñas han muerto o han sido víctimas de violación o «matrimonio» forzado, u obligados a unirse a Boko Haram, lo que ha motivado el cierre de cientos de escuelas, con desastrosas consecuencias para la juventud en una región donde la inseguridad ya es extrema, denuncia Amnistía Internacional.
En total son más de 600 escuelas las que están cerradas por temor a secuestros, mientras que «las autoridades no han protegido al alumnado frente a los recientes ataques a escuelas, lo cual demuestra claramente que no han aprendido nada de la tragedia de Chibok», ha señalado la directora de Amnistía Internacional Nigeria, Osai Ojigho.
De hecho, «la única respuesta de las autoridades para proteger a la población escolar, amenazada por insurgentes y hombres armados, es cerrar las escuelas poniendo cada vez más en peligro el derecho a la educación», ha criticado Ojigho.
Entre diciembre de 2020 y marzo de 2021 se registraron al menos cinco casos de secuestros en el norte de Nigeria, territorio especialmente vulnerable a este tipo de actos. La frecuencia de estos ataques demuestra lo inseguros que se han vuelto los centros de estudios en Nigeria, alerta la organización, mientras que la falta de rendición de cuentas ante la Justicia sólo ha servido para «envalentonar a sus perpetradores».
«Las autoridades nigerianas se arriesgan a tener una generación perdida por no proporcionar escuelas seguras en una región ya devastada por las atrocidades de Boko Haram», ha advertido Ojigho. El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) calcula que aproximadamente 10,5 millones de niños y niñas entre 5 y 14 años no están escolarizados en Nigeria.
Nadie ha sido arrestado ni procesado por los secuestros de escolares en Chibok y otros lugares, una impunidad que ha hecho que aumenten los ataques a centros educativos, por lo que Amnistía Internacional reclama que el Gobierno investigue «adecuadamente» estos ataques y haga a los responsables rendir cuentas.
Siguiendo esta tendencia, continúa la organización, en 2018 Amnistía Internacional reveló que las fuerzas de seguridad de Nigeria no habían actuado frente a las advertencias de que combatientes de Boko Haram se dirigían a la ciudad de Dapchi, en el estado de Yobe, donde más tarde secuestraron a 110 alumnas de una escuela.