AM- El golpe al macrolaboratorio de cocaína en Pontevedra confirma el salto de organizaciones colombianas y mexicanas
Podían elaborar 200 kilos de cocaína al día desde Galicia porque tenían infraestructura y maquinara sofisticada, así como sus cocineros
El «macrolaboratorio» para el procesado de pasta base de cocaína desmantelado el pasado mes de marzo en un chalé de Cerdedo-Cotobade (Pontevedra) es la confirmación para los expertos policiales de que organizaciones internacionales, en este caso de colombianos y mexicanos, han dado el «salto» para instalar infraestructura sofisticada en países como España para el procesado del estupefaciente.
El laboratorio de Pontevedra desarticulado gracias a una operación de la Policía Nacional junto a Portugal y Colombia, bajo la dirección de la Audiencia Nacional, tenía capacidad parar elaborar 200 kilos de esta droga al día, funcionando a pleno rendimiento 24 horas, y contó con el apoyo logístico de dos españoles en Canarias.
Se trata del «mayor laboratorio de Europa» dedicado al procesamiento de pasta base lista para transformarse en clorhidrato de cocaína lista para el consumo, lo que confirma el «salto» que han dado organizaciones criminales de colombianos y mexicanos, que ya trabajan in situ en países como España para elaborar la droga, según ha señalado Antonio Martínez Duarte, comisario jefe de la Brigada Central de Estupefacientes en una rueda de prensa en el Complejo Canillas de Madrid.
Según los investigadores, detrás del laboratorio hay dos grandes organizaciones internacionales del narco colombiano y mexicano que ahora trabajan de forma conjunta. Buscan zonas rurales como Galicia para instalar sus bases de procesado de la coca base aún sin procesar, lo que reduce el coste económico en el caso de que la droga sea intervenida en el trayecto entre Sudamérica y Europa.
El pasado 23 de marzo, la Audiencia Nacional envió a prisión a los 18 detenidos en esta operación, entre ellos los ocho cocineros –seis colombianos y dos mexicanos– que trabajaban en condiciones de semiesclavitud en el chalé de Cotobade en el que fue descubierto un laboratorio.
MÁQUINA DE PICAR PIEDRA Y UN ZULO
En el interior del chalé había una máquina de picar piedra, usada para extraer la pasta base del interior de grandes cilindros, y también un zulo escondido bajo una trampilla donde guardaban la droga una vez extraída. Los narcotraficantes usaban el logotipo de Superman como sello identificativo y contaban con más maquinaria –conocida como marciano — típica en países como Colombia para optimizar el uso de sustancias químicas.
El comisario jefe de Estupefacientes ha señalado que la operación es «un hito» y ha aclarado que la organización usó a dos ciudadanos españoles detenidos en Las Palmas de Gran Canaria, que participaban en la logística necesaria para montar el laboratorio, aunque se cree que los jefes son colombianos y mexicanos que se encuentran en algún país de Sudamérica.
Los investigadores también han puesto el acento en que estas estructuras guardan relación con la gran cantidad de droga «sobrante» en países de Sudamérica desde la pandemia de Covid-19. De hecho, la red desarticulada a partir
En total hay 18 detenidos en Galicia (11), Madrid (4), Las Palmas de Gran Canaria (2) y País Vasco (1). Los dos españoles arrestados en Canarias fueron el hilo por el que inició la operación en octubre de 2022, al relacionarlos con una «potente infraestructura de viejos conocidos» para la Policía.
Detrás de estos dos ciudadanos españoles se encontraban dos «potentes» organizaciones criminales de carácter internacional, una colombiana y otra mexicana, que se habían unido para poder financiar conjuntamente un laboratorio capaz de producir 6.000 kilos de clorhidrato de cocaína en diferentes fases. La idea era introducir otras tres máquinas trituradoras más.
En concreto, se constató la conexión con una «oficina» de emisarios colombianos en Madrid y también con otro punto de apoyo para toda la logística en Bilbao. Se trata de un empresario vasco que creó una empresa ad hoc para ocultar la coca base dentro de cilindros. La Policía, de hecho, detectó la importación desde Colombia de una máquina de triturar piedra de grandes dimensiones a través del puerto portugués de Leixoes (Oporto).
SIN VÍNCULOS CON NARCOS GALLEGOS
El mando policial también ha dicho que no hay vínculos con organizaciones de narcos gallegas y ha resaltado que la intervención, además de abortar que la droga llegara al mercado, ha impedido un delito ambiental porque la extracción de droga generaba sustancias contaminantes que acababan en un río cercano del chalé que escondía el laboratorio.
La intervención en el chalé de Pontevedra se llevó a cabo por efectivos del Grupo Especial de Operaciones (GEO) de la Policía, aunque los seis colombianos y dos mexicanos no plantearon resistencia. En concreto, los colombianos eran los cocineros y los mexicanos eran los que tenían los conocimientos técnicos para extraer la coca base que provenía de Colombia oculta en cilindros metálicos de grandes dimensiones.
Se han llevado a cabo 14 registros e intervenidos 1.300 kilos de pasta base de cocaína, así como inmuebles por valor de 1,7 millones de euros y 37 productos financieros; también 23.000 litros de precursores y 151 kilos de clorhidrato de cocaína.
Los productos químicos eran almacenados en otro chalé en Colmenar Viejo (Madrid), lo que para los investigadores prueba la capacidad logística de un entramado que usó Galicia como base para su laboratorio por la buena conexión por carretera con Portugal o por ser una zona aislada y a priori sin vigilancia policial.
Para mover las sustancias químicas llegaron a usar empresas de transportes, aunque la organización contó con vehículos lanzaderas y transportistas propios que usaban disfraces para camuflar su identidad. Como es habitual, las medidas de seguridad eran extremas, usando apodos y, en el caso de los cocineros de Cotobade, no salían al exterior ni tenían teléfonos móviles.
Según los investigadores, la idea de los narcos de exportar la sustancia estupefaciente sin haber sido sometida a proceso químico busca disminuir pérdidas económicas ante posibles incautaciones policiales. En una nota de prensa, la Policía ha especificado que el laboratorio de Pontevedra también tuvo un impacto ambiental, ya que «más de 27 toneladas de productos químicos líquidos y sólidos, una vez utilizados, habrían sido vertidos a las aguas de un río cercano».