Alzheimer Europe pide que dar prioridad en la vacunación a las personas con demencia y a sus cuidadores
Alzheimer Europe pide que dar prioridad en la vacunación contra el Covid-19 a las personas con demencia y a los cuidadores, porque la pandemia del coronavirus está provocando en ellos efectos «desproporcionados».
En concreto, las personas con demencia tienen casi el doble de riesgo de desarrollar COVID-19l en comparación con sus pares sin demencia, y cuentan con altas tasas de hospitalización y un riesgo de mortalidad dentro de los seis meses de aproximadamente el 20 por ciento en ciertas poblaciones. Aquellos que se infectan también son más propensos a desarrollar delirio, lo que puede complicar el manejo de su salud cognitiva actual y futura.
Actualmente, la gran mayoría de los países europeos ha priorizado a los profesionales sanitarios de primera línea y los ancianos en las primeras fases de vacunación, y un número menor también ha dado prioridad al personal de asistencia social y a los cuidadores profesionales.
Sin embargo, tal y como ha lamentado la organización, sólo un pequeño número de países europeos, reconociendo la demencia per se como una categoría de riesgo de Covid-19 grave, han priorizado a las personas con demencia para la vacunación.
Por todo ello, Alzheimer Europe ha pedido a los países europeos incluir la demencia como una categoría de riesgo para el Covid-19 grave, dando prioridad a las personas con demencia para la vacuna, independientemente de la edad, el lugar de residencia u otros factores de riesgo para el COVID-19 grave.
Asimismo, ha subrayado la importancia de priorizar a los cuidadores informales de la vacuna COVID-19, reconociendo su «importante contribución» durante la pandemia al cuidado, apoyo e, incluso, la supervivencia de las personas con demencia, así como la protección indirecta que la vacunación puede conferir a las personas a las que cuidan.
«Las personas con demencia y sus cuidadores a menudo han sido pasados ??por alto y olvidados durante esta pandemia. Particularmente durante las primeras etapas del brote, las medidas de salud pública diseñadas para controlar la propagación del virus han tenido consecuencias profundas y a menudo trágicas para las personas con demencia, su familias y cuidadores», ha zanjado el director ejecutivo de Alzheimer Europa, Jean Georges.