Almeida, orgulloso de la conquista de América, no quiere que musulmanes «pidan perdón» por invadir España en el año 711
El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, se ha mostrado este viernes «orgulloso» del descubrimiento y la conquista de América, algo que ha hecho que «500 años después» haya una región iberoamericana unida y ha indicado que él, por ejemplo, no solicitará a los musulmanes que pidan «perdón» por invadir España en el año 711.
«Me siento muy orgulloso de pertenecer a una nación como España que fue capaz en 1492 de descubrir otro continente, y orgulloso de que más de 500 años después tengamos una región iberoamericana en la que estemos unidos por una cultura, lengua tradiciones y relación de hermandad al margen de los vaivenes políticos», ha indicado Almeida en declaraciones a los periodistas antes de la celebración de la XVIII Semana de la Arquitectura.
En este punto, Almeida ha reconocido que puede haber «claroscuros» en la historia, pero le parece un «error» analizarlos ahora. A su juicio, lo que sucedió en el siglo XV o XVI no lo pueden analizar y ha defendido que la conquista de América fue «una hazaña, una epopeya que sirvió para que haya relaciones de hermandad entre 23 naciones».
«Todos aquellos que denuncian lo que llaman el genocidio son los mismos que, sin embargo, defienden en el año 711 la entrada de los musulmanes en España. Critican que hubiera reconquista, les parece fatal que lo hiciéramos nosotros con respecto a la invasión musulmana. Yo no le voy a decir a los musulmanes que nos tienen que pedir perdón por entrar en el 711, por invadirnos ni por cometer barbaridades que estoy seguro que también se cometieron en el descubrimiento de América», ha expuesto.
Así, el regidor ha insistido en que se siente «orgulloso» de la conquista de América y considera que se debe hacer «un balance más positivo que negativo» de la conquista de América. Por ello, Almeida ha instado a mirar «en positivo y hacia el futuro» y, además, coincide con la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, en que el movimiento indígena como la reivindicación de raíces no es criticable, pero sí lo es «si está manipulado por regímenes comunistas y populistas».