Almeida dice que Óscar López es un «exponente claro de la degradación y de lo que es el sanchismo»
El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha valorado este lunes que el PSOE apuesta por la «irrelevancia política», ha asegurado que los madrileños no quieren «embajadores» de Pedro Sánchez y ve en el ministro de Transformación Digital, Óscar López, un «exponente claro de la degradación y de lo que es el sanchismo».
Lo ha afirmado después de los rumores que este fin de semana apuntaban al ministro de Transformación Digital y de la Función Pública como uno de los posibles adversarios de Juan Lobato para la Secretaría General del PSOE-M.
«Agradezco al presidente del Gobierno y al secretario general del PSOE (Pedro Sánchez) que siga reiterando el error y que siga incidiendo y cometiendo los mismos errores que les han llevado a una situación de irrelevancia política, tanto en la Comunidad de Madrid como en el Ayuntamiento de Madrid», ha señalado Almeida ante los periodistas desde el Centro de Operaciones de EMT Madrid.
Considera el alcalde que los madrileños quieren políticos que estén «preocupados y comprometidos» con Madrid, y no que «estén más atentos al Palacio de La Moncloa que a sus necesidades».
«Todos sabemos que los embajadores del sanchismo, se llame Reyes Maroto, Óscar López, miran más al Palacio de la Moncloa que a las calles de Madrid. Y así les va durante años y así parece que les va a seguir yendo durante más años», considera.
DE MANO DERECHA DE RUBALCABA A «SERVIDOR» DE SÁNCHEZ
Respecto a Óscar López, ha recordado que fue mano derecha del ex dirigente socialista Alfredo Pérez Rubalcaba y como ello «fue de los que no podía ni ver a Pedro Sánchez».
«Fue de los que propiciaron que Pedro Sánchez dejara de ser secretario general del PSOE, y fue de los que secundó la tesis del gobierno Frankenstein, y de que jamás el Partido Socialista podría apuntar con independentistas o con Bildu», ha subrayado.
Por ello, considera que es «el exponente más claro de la degradación y de lo que es el sanchismo en la política española», al pasar a ser el «servidor de un político como Sánchez».
