Almeida cree que el Gobierno «acabará diciendo que quien va a comprar un yogur y no lo encuentra es la ultraderecha»
Reitera que «no hay un problema de desabastecimiento» pero habrá «problemas» si continúan los paros
El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha aseverado este miércoles, requerido por los paros en el transporte y su repercusión en el abastecimiento de productos para la población, que el Gobierno «va a acabar diciendo que la persona que va a comprar un yogur y no lo encuentra es la ultraderecha». «Vamos a llegar a esa caricatura por parte del Gobierno», ha advertido desde San Fermín.
Allí ha vuelto a negar que en la capital se estén produciendo problemas de desabastecimiento, pero que «como continúe (esta situación) va a haber un problema, y eso es así». «En estos momentos no sucede, pero si se llega, el problema será del que va a comprar, que será un peligroso fascista ultraderechista, porque el Gobierno no tiene culpa de nada», ha ironizado.
Por ello, ha recomendado al Ejecutivo que lidera Pedro Sánchez que «si quiere que este problema se resuelva», ha de bajar los impuestos «hoy», pero que «si no quiere resolver el problema, que siga como ahora, haciendo nada».
En este sentido, ha incidido en que «el camino más corto para resolver esto es bajar los impuestos, que es algo a lo que se comprometió Sánchez». «Todo aquel que tenga un problema y denuncie que lo tiene es un ultraderechista y fascista, con independencia de a quién vote, de lo que piense», ha afeado.
Martínez-Almeida sostiene así que «la solución para España no pasa por llamar ultraderechista a todo aquel que denuncie que hay un problema, sino por solucionar los problemas». Ha instado a Sánchez a «arremangarse, sentarse a la mesa y atender las reivindicaciones».
Por otra parte, se ha mostrado favorable a la idea de establecer «corredores seguros» para que se pueda entregar la mercancía por parte de los transportistas que quieren trabajar. Además, cree que los sindicatos, «con independencia del Gobierno de turno, deberían estar al lado de los trabajadores», ya que «los posicionamientos ideológicos están muy bien, pero por encima está la defensa de los trabajadores».
«Si gobernara el PP, ahora los sindicatos estarían en la calle 7 días a la semana, 24 horas al día, y ahora no les vemos por la calle», ha lanzado.