Alfonso Guerra reclama al PSOE que no apruebe la amnistía que «condena la Transición» y llama «gánster» a Puigdemont

Califica de infamia la reunión de Díaz y alerta de que después vendrá la autodeterminación y se irán restando atribuciones a la democracia

El exvicepresidente del Gobierno e histórico dirigente del PSOE, Alfonso Guerra, ha pedido a su partido que no apruebe una amnistía tal como pide el expresidente de Cataluña, Carles Puigdemont, al que ha llamado «gánster» porque supondría una «condena a la Transición» democrática. Además, considera el viaje de la vicepresidenta Yolanda Díaz para reunirse con el líder independentista fugado de la justicia una «infamia».

En una entrevista en la cadena Cope, recogida por Europa Press, Guerra pide como ciudadano demócrata y como socialista que no aprueben la amnistía porque sería negar el esfuerzo que hicieron los viejos socialistas –«que estuvieron en campos de concentración y con penas de muerte en las cárceles»–, en la Transición para que el país saliera adelante.

Además ha alertado de que después de la amnistía será el turno de la autodeterminación. «Que ahora digan que todo aquello fue un régimen impuro, me parece insoportable. Por tanto, yo lo que digo es, no lo hagan ustedes porque es muy grave», ha pedido.

Guerra señala además que esta condena a la Transición la está llevando a cabo la actual dirección del Partido Socialista mediante la «técnica del salchichón», que según ha explicado consiste en ir quitándole atribuciones al sistema democrático poco a poco.

«Cortan una rodajita, ahora los indultos, ahora desaparece el delito de sedición, ahora la malversación, ahora la amnistía…y después vendrá la autodeterminación», ha alertado pues han «masajeado» a la sociedad para que vaya aceptando una tras otra las cuestiones que están deconstruyendo la sociedad democrática del 78, ha alertado.

«La técnica del salchichón, o tal vez había que decir del chorizo, pensando en quién lo hace. Y al final, ¿qué le quedó a usted? La guitita, se la han comido entera», ha expresado.

UN GÁNSTER DE POCA CATEGORÍA

Sobre el viaje de Yolanda Díaz a Bruselas para reunirse con Puigdemont esta misma semana, Guerra ha afirmado que es una «infamia» pues pone patas arriba todo en lo que cree un demócrata.

Así, ha insistido en que se trata de una infamia contra la democracia que una vicepresidenta del Gobierno vaya a ver a una persona que ha dado un golpe de Estado, declara independiente una zona del país, «que crea, según él, una república en Cataluña y que después, cobardemente, como un gánster de poca categoría, se mete en un maletero para fugarse y evitar que la justicia le exija responsabilidades», ha recriminado.

NECESARIO UN CONGRESO PARA CAMBIAR LA AUTODETERMINACIÓN

Además, respecto a la autodeterminación se ha dirigido a los militantes socialistas para recordarles que el asunto ya se trató en el XXIX Congreso del PSOE, en el que hubo una enmienda que fue derrotada en el pleno de manera «total». Por tanto, según ha advertido, eso solo se podría cambiar en otro Congreso socialista.

Por tanto considera que no es una decisión que pueda adoptar la dirección del partido «así como así» y es necesario convocar un Congreso para llevarlo a cabo. Además ha puesto en cuestión que el presidente del Gobierno en funciones y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez tenga tiempo de llevarlo a cabo «antes de que llegue la exigencia de Puigdemont».

¿SÁNCHEZ ES SOCIALDEMÓCRATA?

Hasta el momento, el líder independentista ha exigido una ley de amnistía, un mediador para negociar con el Gobierno de España al tiempo que ha avisado de que no renuncia a la unilateralidad. En su última alocución pública, Puigdemont también habló de la celebración de un referéndum pactado con el Estado y se mostró convencido de que se puede hacer dentro de la Constitución. En todo caso, en Moncloa interpretan que no se trata de una condición para que Junts apoye al PSOE en la investidura de Sánchez.

Por otro lado, al ser cuestionado sobre si considera a Sánchez un socialdemócrata, ha indicado que está haciendo cosas que encajan en la socialdemocracia, por ejemplo «los aspectos sociales» y otras cosas que no, «los aspectos institucionales», ha apuntado.